Este miércoles 1 de Agosto se leerá el veredicto contra los policías acusados de desaparecer y asesinar al trabajador salteño Daniel Solano. El caso expuso la explotación laboral, tercerización, trata y hasta venta de drogas que se producía en los campos de la empresa Expofrut en Rio negro. La firma fue dirigida por el actual embajador en EEUU, Fernando Oris de Roa y durante su gestión los casos como el de Solano se multiplicaron.
Oris de Roa comenzó a dirigir la empresa después de la desaparición de Daniel Solano, y para medios del sur, no podía desconocer lo que ocurría dentro de la empresa. El pliego de Oris de Roa todavía permanece en el Senado de la Nación a la espera de ser confirmado en el cargo, informó el sitio Radio Cut.
Por la desaparición de Daniel Solano hay siete policías imputados y todos ellos esperan la decisión del Tribunal, cuya lectura está prevista para este miércoles 1 de Agosto a las 10 horas, en la Ciudad Judicial de Rio Negro (Fiske Menuco).
Para todos, la Fiscal Teresa Giuffrida, por la acusación pública, pidió la “prisión perpetua más inhabilitación perpetua para el ejercicio de cualquier función pública y tareas de seguridad privada, más las accesorias legales y costas del proceso”.
La querella; constituída por el abogado Leandro Aparicio; pidió prisión perpetua contra los siete imputados, a quienes atribuyó la coautoría del delito de “homicidio agravado por alevosía, por promesa remuneratoria, por el concurso premeditado de dos o más personas, por ser criminis causa (para facilitar, consumar u ocultar otro delito) y por haber sido cometido en abuso de la función policial”.
El juicio se desarrolló a lo largo de 5 meses, con dobles audiencias semanales y un caudal testimonial muy rico, producto de la investigación de los abogados Sergio Heredia y Leandro Aparicio por más de 6 años. Fueron contundentes los testigos que vieron cómo sacaron a Daniel Solano del boliche, lo llevaron hasta la esquina y lo subieron a un móvil Eco Sport de la policía: Solano fue sacado con violencia y subido a golpes en el móvil policial.
Todos los policías fueron señalados por distintos testigos como presentes esa noche en el boliche Macuba, pero en su defensa cuatro de los efectivos presentaron sus coartadas negando haber estado esa noche en el boliche.
Los tres policías que sí estaban en funciones la madrugada del 5 de noviembre, acudieron al boliche en el móvil policial y declararon que los llamaron por una falsa alarma: niegan haber detenido a Solano, “todo estaba tranquilo y regresamos a la comisaría”.