Los residentes debieron comprobar por si mismos que cada uno de los pasos que garantizaba la comuna que se llevaban adelante para recomponer los caminos y los daños en la Quebrada; producto de las lluvias a fines de enero; se estaban ejecutando. Fueron acompañados por la concejal Cristina Cazón; de la UCR; en su periplo.
La concejal Cazón acompañó a los residentes de La Playa, sector que linda con la Quebrada en el Sector 5. Los vecinos encabezaron esta semana una firme protesta, exigiendo al Municipio que se concreten los arreglos de los caminos afectados con las lluvias de enero y febrero. En medio, apareció un hombre de apellido Barroso que se dijo dueño de esa porción de terreno en el Sector.
Cazón fue muy crítica con la demora de la municipalidad en brindar solución a los tres barrios afectados. “Hay un puente precario (…) ayer se firmó un acta acuerdo entre el Municipio y los vecinos, yo fui testigo. Se les garantizó que hoy miércoles comenzaría la máquina a trabajar”.
Hasta las 9 no sucedía nada y en la comuna les dijeron que hasta mediodía y alli les comunicaron que primero debían abastecer con combustible y luego esperaban que se terminaran de purgar los frenos. En cada excusa, los residentes enviaban delegados a comprobar si realmente la máquina estaba en la Estación de Servicio, o con un mecánico.
“Es natural que la gente descrea”, justificó la edil.
Cuando por fin se inician los trabajos de reparación, entró en escena un hombre que se identificó como Héctor Barroso y propietario del terreno. Los vecinos no se dejaron amedrentar y discutieron fuertemente con el secretario de Obras Públicas, Osvaldo Villegas; y el señalado propietario.
Barroso aseguró que no permitiría que se sacara ripio y tierra para la reconstrucción del camino, que figura en su propiedad a menos que se pagara lo que correspondía; compensando con impuestos o dinero en efectivo.
La Municipalidad había calculado que se necesitarían entre 50 y 55 camiones para arreglar el camino dañado, pero el acusado dueño del lugar marcó que solo permitiría 25 y el resto se debía pagar.