La pasarela que conectaba a tres barrios con el pueblo cayó y los dejó completamente aislados. La estructura había quedado dañada tras las fuertes tormentas registradas a fines de enero en la localidad. Los vecinos del sector habían llevado su reclamo ante la Municipalidad, que solo dilató respuestas y soluciones.
Tres personas resultaron con heridas por encontrarse cruzando el puente al momento en que cayó. Sucedió media hora antes que cruzaran alumnos de niveles primario y secundario, en el cierre de la jornada de clases por la tarde.
Un hombre de apellido Rojas, una mujer mayor de edad y un joven de 25 años eran los que cruzaban por la pasarela cuando esta cayó, y salvo el último, los dos primeros resultaron con golpes y cortes, pero nada de gravedad. “Los testigos dijeron que se escucharon como explosiones y latigazos”, informó el periodista Raúl Costes, en la referencia al sonido de los desprendimientos de los tensores y el ceder de caños y tablas.
El sector se convirtió en un punto de reclamos a partir de allí, ya que los primeros en arribar fue un grupo de funcionarios municipales, por estar a 300 metros trabajando en la curva de la Quebrada Internacional. El secretario de Obras Públicas; Osvaldo Villegas; llegó a los 10 minutos de caído el puente.
“La municipalidad quiso hacerle creer a los vecinos de los barrios Sector 5, La Playa y San Cayetano (ahora aislados) que ellos estaban trabajando en el arreglo del puente (…) eso hizo que los vecinos se enojaran mucho”.
A la hora de ocurrido todo, la municipalidad envió un camión con estructuras de hierro para rearmar el puente, reutilizando los tablones, con lo que levantaron una pasarela precaria. Por estas horas, el puente solo se sostiene con cuatro tensores de caer completamente.
Momentos más tarde también arribó un grupo de Gasnor, que pretendió cerrar la llave de paso de gas de uno solo de los dos caños que están en el mismo lugar. Esto llevó a un nuevo disturbio, ya que los residentes no olvidan que uno de los caños; de media presión; está justo debajo y una potencial fuga o mínima chispa puede llevar a una catástrofe, de manera que pedían se cierre todo o nada.
Gasnor se oponía porque podían dejar a gran parte del sector sin gas. Ante las diferencias, los vecinos secuestraron las camionetas de la empresa. Debió intervenir el Dr. Armando Cazón, Fiscal Penal, para tranquilar ánimos, incluso apelando a Infantería, hasta que se liberaron las camionetas.
La situación sigue hoy. Los residentes armaron barricadas impidiendo el ingreso de operarios de Gasnor, de Refinor y de una empresa de Buenos Aires, como tampoco se dejó pasar a la Arq. Andrea Cancino, funcionaria municipal a cargo del área de Planeamiento.
Pese a la presencia policial, los vecinos mantienen su postura e incluso armaron una olla popular mientras esperan por la llegada de autoridades provinciales.
“Esperan que a las 19 horas lleguen funcionarios del Ministerio de Obras Públicas y Recursos Hídricos de Salta”, detalló Costes, agregando que el nexo con Marcelo López Arias lo tiene el Dr. Héctor Ortega; presidente del Concejo Deliberante, a quien avisó lo ocurrido.