Con los últimos hechos vandálicos que se registraron en el alumbrado público, la Secretaria de Servicios Públicos llamó que el vecino residente se comprometa en el cuidado y protección de de las farolas, que son dañadas para dejar los sectores a oscuras. En el paseo del Rio Tartagal, se quemó a propósito el panel de control y todo el equipo debe recambiarse.
A las luminarias dañadas en varios puntos se agrega ahora el Paseo de Ruta 34, en Paseo Avellaneda. “Esperamos que la Policía, que tiene cámaras por ahí, nos ayuden a determinar quienes son los responsables”, dijo Miguel Parra, secretario de Servicios Públicos.
Las zonas “delicadas”; donde se registran los mayores daños a luminarias; son Belgrano, Villa Güemes, Santa Rita, La Loma y San Silvestre. Desde esa área municipal se vienen colocando una malla protectora, que ya abarca más de tres mil luminarias de las 20 mil con las que cuenta la ciudad, incluyendo la extensión hasta Yacuy y Ruta 86 hasta Km 6.
Uno de los últimos actos registrados fue también el robo de la luminaria en capilla San Francisco, en La Loma.
“El vecino debe ser responsable también, esto le cuesta plata a los vecinos (…) tenemos luminarias que van desde 700, 1.000 y poco más de 1.000 pesos, pero eso era antes”, recalcó, “ahora ya no sabemos, porque ningún proveedor nos quiere dar, no porque no se pague, sino porque ellos no tienen listas de precios”, explicó.
Ante consultas, Parra recordó también que la iluminación en el Río Tartagal se vió afectada por daños en los contactores. “Nos quemaron los medidores (…) quemaron toda la instalación eléctrica, nos rompieron las luces (…) ahora, debemos volver a hacer una reestructuración”, informó.
“Los cables pasaban bajo tierra, y como es trifásica, le prendieron fuego al medidor y eso hizo contacto y quemó la instalación (…) ahora estamos haciendo un relevamiento para ver lo que se puede recuperar e iluminarlo de nuevo”, finalizó.