El Esquiú.- Este martes 6 inició en el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Catamarca el juicio contra los hermanos Barakat Barakat y Fadel Barakat. Los empresarios millonarios están acusados por el delito de tráfico de precursores químicos para la fabricación de cocaína.
La escena de un crimen cometido en Icaño (La Paz) contra dos septuagenarios en 2010 fue la punta del ovillo de una extensa investigación de la Justicia Federal, que logró vincular los elementos secuestrados con los empresarios radicados en Salvador Mazza, provincia de Salta.
Los empresarios están acusados del delito de “producción, fabricación, extracción o preparación de estupefacientes agravados por la participación de tres personas organizadas para cometerlo y almacenamiento de materias primas para la fabricación de estupefacientes”.
Las actuaciones iniciaron el 13 de diciembre de 2010, cuando la Policía de la Provincia trabajaba en el domicilio de Ángel Chamez e Hiladia Vallejos -en Icaño-, quienes fueron asesinados a balazos. En la vivienda encontraron diferentes cajas con grandes cantidades de envases de acetona, manitol, éter sulfúrico, ácido clorhídrico, ácido sulfúrico, amoníaco, lidocaína y otras sustancias, además de tres kilos de cocaína.
El lugar era claramente una cocina de la sustancia blanca, dato que Mario Alberto Córdoba (34), alias “Kempes”, desconocía cuando asesinó a los ancianos para llevarse solamente elementos de valor (éste todavía purga prisión perpetua en el Servicio Penitenciario de Miraflores, sentenciado en 2012 por la Cámara Penal N° 1).
Las cajas y los envases aportaron datos que permitieron a los investigadores seguir el rastro de la cadena de envíos y descubrir la trama oculta.
El 18 de julio de 2016 se realizaron allanamientos en los inmuebles de los Barakat en Salvador Mazza. Allí se encontraron toneladas de precursores químicos, entre ellos 6.370 kilos de bicarbonato de sodio. Además, secuestraron automóviles de lujo y armas de fuego.
Los investigadores, con ayuda del Procunar, pudieron establecer vínculos entre Barakat Barakat y un tercero que proveía la lidocaína. Todo era llevado a cabo tras la pantalla de ser vendedores al por mayor de productos farmacéuticos, veterinarios, productos de almacén y supermercados.
Al momento del allanamiento, Barakat Barakat tenía un papel en su poder, con el que encubría su catálogo de precursores con nombres de alimentos comunes: leche en polvo al manitol, azúcar a la lidocaína, harina a la cafeína y maicena al bicarbonato.
Además, intentó destruir un teléfono celular arrojándolo al inodoro. En declaración indagatoria, Fadel Barakat esgrimió que los 6 mil kilos de bicarbonato que acumulaba eran para ser vendidos al por mayor en Bolivia, ya que es muy común su uso para el “coqueo”.
En la jornada del lunes 5, bajo un fuerte dispositivo de seguridad por parte de la Policía Federal, trasladaron a los empresarios millonarios desde la cárcel de Martín Miguel de Güemes, en la provincia de Salta, a la ciudad de Catamarca.