Poder Judicial de Salta.- La jueza de primera instancia en lo Civil de Personas y Familia 2 de Tartagal, Carmen Juliá, otorgó la guarda con fines de adopción de un niño a un matrimonio igualitario. La pareja es oriunda de Córdoba, y podrá iniciar dentro de seis meses las acciones para obtener la sentencia de adopción ante el tribunal competente.
El niño, actualmente de ocho años de edad, había sido abandonado por sus padres biológicos y quedó desde ese momento a disposición de la Justicia alojado en una institución oficial.
Previamente al otorgamiento de la guarda, se realizó un proceso de vinculación el cual fue evaluado positivamente por las profesionales intervinientes puntualizando el diálogo fluido entre el niño y sus guardadores. Además destacaron la sensibilidad del matrimonio y la alegría del niño, deseoso de ser adoptado y ocupar el lugar de hijo.
Por pedido del niño, la jueza autorizó que éste no regresara al Hogar el fin de semana último, oportunidad en la que junto a sus guardadores realizaron actividades al aire libre, entre ellas la visita al santuario de la Virgen de la Peña.
El niño y la pareja realizaron previamente un proceso de vinculación que fue evaluado como beneficioso para el menor. Incluso se estableció un contacto con sus nuevas abuelas, lo que también entusiasmó al niño.
El equipo técnico que trabajó la vinculación por parte del poder judicial estuvo integrado por Estela Lizondo y Andrés Reinoso, además de los profesionales del Ministerio Público.
En la audiencia que encabezó la jueza Juliá, el niño dijo que quería ir a Córdoba con sus “papás” y habló de sus nuevos tíos y sus nuevos primos “que me están esperando”.
La jueza concluyó con grado de certeza que “el matrimonio reúne todas las condiciones de idoneidad, siendo el que mejor responde al superior interés del niño, adaptándose a sus necesidades y demandas afectivas, por lo que pude observar al igual que los profesionales intervinientes, una apego en tan poco tiempo, hechos que se aprecian desde la comunicación verbal como así también no verbal”, destacando el cariño reflejado en la audiencia.