
Cochabamba fue el epicentro y le siguieron Santa Cruz, Sucre y Tarija , que son las cuatro ciudades bolivianas donde el cuerpo de Policía de la Unidad Táctica de Operaciones Policiales se amotinó este viernes, tras 17 días de conflicto en el vecino país.
De acuerdo con los medios del vecino país, varios uniformados relataron que la molestia en las filas de la institución se debe a que ya llevan tres semanas acuartelados, sin ver a sus familiares y no tienen apoyo de los jefes policiales; además que hay efectivos que no cobraron el bono de “Lealdad”.
El presidente Evo Morales; ante la situación; convocó reunión urgente a sus ministros Javier Zavaleta (Defensa) y Carlos Romero (Gobierno). Se garantizó el resguardo del jefe de estado como también la seguridad para la población, desmintiendo que el Ejército fuera a acuertelarse.

Para los cívicos, la realidad hoy es preocupante. “Creo que la oposición boliviana no previó que Lula Da Silva podría ser liberado, como tampoco esperaban un triunfo de Alberto Fernández en Argentina (…) no le conviene a la ultraderecha (…) esa creo que es la situación por la cual han detonado estos conflictos, que no se veían venir de ninguna forma” , dijo este viernes el Dr. Marco Antonio Cardozo Jemio, en su rol de líder cívico del sur boliviano y representante de dos ciudades.
Los constantes paros y los enfrentamientos ocurridos (con fallecidos incluidos); constante en los últimos 17 días; “pero no aconteció en ningún momento una señal que nos pudiera hacer suponer; levemente; descontento en las filas de la policía, peor aún, en el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas”.
“Si los grupos contrarios se encuentran, se van a matar (…) no va a haber quien los controle (…) los recintos carcelarios son uno de los primeros lugares donde se dan las fugas y las peleas, porque los policías se acuartelan y dejan las instalaciones abandonadas”, cerró.