Una mujer de 37 años y sus cuatro hijos determinaron abandonar la comunidad Lapacho I ante las amenazas y presiones de desalojo que impulsaba un vecino de nombre Pascual Segundo. El hombre vendió un terreno de 50×50 metros; con boleto de compra-venta; a la mujer hace ocho años y recientemente le pidió que lo devolviera. De acuerdo con sus palabras, la familia no tiene adónde ir y piden por asistencia a la Municipalidad.
La mujer relató que compró el terreno de 50×50 hace ocho años mediante la modalidad compra-venta a Pascual Segundo y como segundo firmante figuraba el cacique Mario Frías; por un valor de 3.000 pesos; en los espacios de la comunidad Lapacho I (distante tres kilómetros al este de Ruta Nacional 34, siguiendo la Ruta Nacional 86). Allí se dedicó a la venta de sandwichs y pan casero como sustento para la familia.
“Decidimos irnos (junto con sus cuatro hijos) porque nos amenazaron varios veces, rodearon nuestra casa (…) es todo de material, la fui construyendo de a poco pero no se la voy a dejar armada (…) saqué chapas, puertas y ventanas”, detalló. Dado que sacó sus pertenencias hace unos días, la lluvia que cayó la noche pasada mojó sus pertenencias. “Él (Segundo) niega ahora que me haya vendido y acusa que el cacique hizo el trato a sus espaldas (…) también me dijo que yo pagué poquito por el terreno, pero la plata valía (…) tampoco me quiso ni pagar valor por la casa que construí”.
“No tenemos donde ir, soy yo sola con mis hijos”, siguió. Los jóvenes tienen 11, 13, 15 y 16 años. “Pascual dijo que quería su terreno de vuelta y primero me pidió la mitad, yo le dije que sí para no tener problema pero después me dijo que me tenía que ir o si no, me pedía que le comprara una moto marca Tornado o Titán; si no me desalojaba”. Dadas las muchas amenazas e intimidaciones recibidas, la familia decidió irse y pedía a la municipalidad por asistencia.