La Escarapela Nacional Argentina fue creada en 1812, durante el Primer Triunvirato, como distintivo en las Provincias Unidas del Río de la Plata. Fue a instancias de Manuel Belgrano, quien solicitó el uso de una escarapela con el objetivo de uniformar al ejército revolucionario y, a su vez, distinguirlo de los enemigos. El uso indica su ubicación sobre la izquierda del pecho o en la solapa. Se usa cualquier día del año, aun cuando se haya decretado duelo nacional, ya que no es un atributo festivo. En los uniformes generalmente va sobre el cubre cabeza, a la altura de la frente.
Es un distintivo nacional, a pesar que suele ser considerada uno de nuestros Símbolos Patrios, junto al Escudo, el Himno y la Bandera; en todo caso siendo el primero de todos ellos. El que marcó, con su celeste y blanco, los colores de nuestra bandera. La fecha que la homenajea fue instituida por el Consejo Nacional de Educación en el año 1935. Al no ser propiamente un símbolo es que adopta formas muy diversas: cucarda, cinta, lazo, moño y se la caracteriza entonces como un emblema de nacionalidad.
El Día de la Escarapela marca normalmente el inicio de la Semana de Mayo. Sí se sabe que durante las jornadas del 22 y 25 de Mayo de 1810, los patriotas identificaban a los adherentes a la Revolución otorgándoles unas cintas blancas. Es posible que en la jornada del 21 de Domingo French y Antonio Beruti hayan repartido las cintas blancas.
No hay registros del por qué o los motivos que llevaron a considerar la fecha del 18 para Día de la Escarapela, pero sí esta determinado que el 13 de mayo de 1934, el Consejo Nacional de Educación; por iniciativa de la directora de la entonces Escuela Nº 4 del ciclo escolar 9º, Carmen Cabrera, y los profesores Benito Favre y Antonio Ardissono; recibió y estudió el proyecto. Luego, autorizó la celebración de la fecha, sin que existan a la fecha los considerandos. Años después, en 1951, el Día de la Escarapela fue incluida en el calendario escolar.