La abogada Sarah Esper declaró que sus defendidos “quedaron entrampados en medio de un incidente fabricado a efectos de victimizar a puestos de trabajo o que significaban un peligro político, como Pablo Moreno”. Esta mañana continúa el juicio a los nueve hombres por “daño calificado y coacción agravada”, agregando que Horacio Martínez y Fermín Fernández enfrentan también cargos por “intento de homicidio”.
El tercer imputado por “intento de homicidio” era el referente Pablo Moreno, fallecido en 2016 por razones de salud (paro cardiorespiratorio), lo que la letrada siempre calificó como “un asesinato”. Sobre el tema, declaró “que no quepa duda (…) me voy a encargar yo una vez que finalice este juicio, más allá de los resultados del proceso, (…) tengo suficientes elementos como las amenazas al momento de su detención, las que recibió el día de su detención, el intento de secuestro, y el resultado de la autopsia (que no determina cuál fue la causa real de muerte)”.
“Si el sistema va a seguir metiendo mano para que no se impute al o los verdaderos culpables del envenenamiento a Pablo, tendrá que responder el Gobierno de Salta, el Estado en general y las guardias completas por homicidio culposo (…) si no hay sinceramiento, que paguen todos, ya que tanto se tapó”, remarcó.
En el primer día del juicio que se sigue a los piqueteros de Morillo por los incidentes ocurridos el 21 de septiembre de 2015 en Morillo, ayer declararon tres testigos y dos; efectivos que resultaron quemados ese día; se excusaron por compromisos previstos. “Pongo en duda a estos hombres, que pidieron venir el último día. Es gracioso que a todo el mundo se le imponga venir, tengas escuela u otro cosa. Ellos aducen actividades policiales que no pueden sortear“, enfatizó.