El empresario Luis Yudi aseguró por intermedios que su salida del país se realizó por pasos legales y registrado en la oficina de Migraciones Argentina. Yudi fue acusado de fugar del país mientras se desarrolla el juicio por asociación ilícita y lavado de activos, pronto a finalizar. Yudi se encuentra en su pueblo natal sirio; Fairuza, en la provincia de Homs. Su partida fue descubierta cuando se concurrió con la notificación del juicio al domicilio declarado.
El juicio que involucra al empresario Luis Yudi es el que se sigue contra los hermanos Delfín y Raúl Castedo; Melba del Carmen Araujo (ex pareja de Raúl Castedo); los comerciantes Alberto y Mario Alberto Yudi; y el martillero público Eduardo Torino. Todos están acusados de conformar una asociación ilícita y realizar maniobras de lavado de activos de origen delictivo; proceso que llevan adelante los jueces Federico Santiago Día, Marta Liliana Snopek y Mario Marcelo Juárez Almaraz. Desde Jujuy, la jueza María Alejandra Cataldi, del Tribunal Oral Federal de Jujuy, lo hace en calidad de cuarta magistrada.
La pasada semana, se tomó conocimiento que Luis Yudi había salido del país (en fecha 26 de julio del corriente año) hacia Fairuza (provincia de Homs), pueblo natal de la familia en la República de Siria. En un descargo acercado a medios de Salvador Mazza, localidad donde concentraban la actividad comercial, Yudi resaltó que su salida fue legal y argumentó que “esta es una causa que lleva 23 años, de la cual se me acusa de comprar una propiedad a través de un supuesto testaferro…que en realidad es mi sobrino, pero ese tema lo aclararé ante los estrados judiciales”.
En otro pasaje de su descargo, afirma que “les voy hacer juicio, por difamación y haber publicado una foto mía y por daño moral, además no tengo sentencia firme (…) quiero que quede claro, que estoy a disposición de la justicia y no tengo prohibido salir del pais. En Argentina ya no se usa sello en el pasaporte” (NR: norma aplicada desde Abril/22). El fiscal Jorge Viltes Monier informó al tribunal de juicio sobre la situación, recordando que el empresario (más allá de asegurar que el viaje estaba programado) debía avisar con tres meses de antelación sobre las intenciones de partir (punto compartido por el Dr. Rodríguez, defensa de Yudi) y esperar por la respuesta de las autoridades judiciales.