Ocho horas duró el operativo montado en Correo Argentino a raíz de un llamado anónimo que alertaba sobre la presencia de un artefacto explosivo en el interior del edificio. A las 20 horas arribó a Tartagal la División Antibombas de la Policía de Salta. Hubo caos en el tránsito por la cantidad de calles que debieron cerrarse, por precaución.
Los efectivos de la División inspeccionaron con el can rastreador el exterior e interior del Correo, como así también el techo del lugar. La tarea duró casi una hora, para finalmente establecer que la amenaza fue una falsa alarma.
Es el segundo hecho de esta naturaleza en un mes y el tercero que se registra en el departamento San Martín.
A raíz de la alarma, varios comercios del sector debieron bajar persianas o limitar al máximo la exposición de personal; como también la atención en el Correo por la tarde fue nula. El anexo de Banco Macro, ubicado en la misma cuadra del Correo y que dispone de tres cajeros automáticos, no sufrió alteración en la atención al público, ya que el horario de atención es solo hasta las 13:30.
El tránsito se vió afectado, ya que se cerraron las calles Güemes y San Martín, que complicaron el movimiento de vehículos sobre todo en el horario nocturno, cuando cumple sus tareas el servicio de recolección de basura.
Por otro lado, las clases no se suspendieron en el Colegio San Francisco. Sí se tomó la precaución de cerrar la jornada escolar con la salida de alumnos por el portón de calle Cornejo, para evitar exponerlos al peligro.