Cada 12 de Marzo se recuerda el Día del Escudo Nacional, fecha en que se reconoció y aceptó oficialmente como Escudo Nacional el sello de armas de la Asamblea del Año XIII; mediante el decreto Decreto 10.302, dictado en Acuerdo General de Ministros el 24 de abril de 1944. El sello era empleado desde febrero de 1813, cuya fabricación se había confiado al orfebre peruano Juan de Dios Rivera, radicado en Buenos Aires.
El sello de armas incluía la leyenda “Supremo Poder Ejecutivo de las Provincias Unidas del Río de la Plata”, para diferenciar del original. El objetivo fue acreditar la autenticidad de los escritos de la Asamblea del Año XIII y darles un valor identitario y soberano. El diputado de San Luis, Agustín Donado, fue el encargado de crear un sello para reemplazar el que venía siendo utilizado por el Virreinato. Donado, a su vez, le confió la tarea al orfebre peruano radicado en Buenos Aires, Juan de Dios Rivera.
El sello se utilizó durante febrero de 1813, pero fue recién el 12 de marzo de ese año cuando se lo reconoció y aceptó oficialmente como Escudo Nacional; uno de los tres símbolos patrios junto con la bandera y el himno. En la punta se ubica un sol naciente (figurado, de oro) con veintiún rayos visibles rectos y flamígeros alternados, que representa la verdad, la majestad y la prosperidad. Dos ramas de laureles (símbolo de victoria y de gloria) forman una corona sobre la cara del sol y se cruzan en la base, unidos por un moño con los colores de la bandera nacional.
Su forma es oval, cortada al medio: la mitad superior de color azul celeste, que representa la justicia, la verdad, la lealtad y la fraternidad; y la mitad inferior, de color plata (blanco), símbolo de pureza, fe, hidalguía, integridad, firmeza y obediencia. En la mitad inferior se estrechan dos manos diestras que sostienen un asta, que en la mitad azul celeste ostenta un gorro frigio, símbolo de libertad. Las manos entrelazadas representan la unión fraternal de los hombres y de los pueblos. El asta o pica simboliza la autoridad, el mando, la dignidad y la soberanía.