El sábado 31 de agosto, los radicales salteños se reuniron en General Güemes para elegir al presidente y vicepresidente de Salta, ganando Natalio Iglesias y Carolina Campos. La primera medida de las nuevas autoridades fue convocar al Tribunal de Disciplina para sancionar a quienes hoy ocupan cargos en el gobierno de Gustavo Sáenz. La presidente de la UCR Metán, Ana Sol García Mendoza, afirmó que no avala “este cacerío de brujas” que se pretende hacer, sobre todo hacia Mario Mimessi.
La presidente metanense resaltó que, más allá del carácter “federal” difundido sobres el encuentro, éste se realizó en la sede de un sindicato, en General Güemes, con poca concurrencia y bajo custodia policial, cuando se tiene una Casa Radical en Capital. “Es una cosa insólita que hace muchos años no pasaba en una Convención Provincial de la Unión Cívica Radical”, comenzó diciendo. “Nosotros no hemos apoyado este cacerío de brujas que está queriendo hacer una gran parte del radicalismo (…) no comparto el hecho que haya personas que sean funcionarios, aún con un gobierno, y que suscriban a esta persecución que es lo que están queriendo hacer; en este caso; con Mario Mimessi”.
García Mendoza salió a declarar tras la Convención del sábado, dado que desde distintos medios del valle salteño y Capital afirmaron que la directiva al Tribunal de Disciplina de la UCR, para sancionar a quienes hoy ocupan cargos en el gobierno de Gustavo Sáenz, era apoyado por “sectores disidentes a la nueva conducción de la UCR”, entre ellos Ana Sol García Mendoza. “En el partido, parece que cuando uno tiene vuelo propio es mala palabra (…) hoy tenemos representantes a nivel provincial que a nosotros como radicales (…) si no sabemos comprender que el hecho que una persona sea funcionario dentro del esquema de un gobierno, no queire decir que haya dejado de ser radical”, enfatizó.
A propósito de la orden emanada por Natalio Iglesias y Carolina Campos, García Mendoza recordó que el propio Iglesias trabajó afín al kirchnerismo en Salta (Mesa de Enlace), y anteriormente, Miguel Nanni hizo lo propio al aliarse con una allegada de Sáenz, como también el reciente caso de la Dra. Fabiana Becky en Tartagal. “Tenemos la obligación de demostrarle al vecino que nosotros somos personas serias y que pensamos en el otro, no en intereses personales”, resaltaba. Agregó también que, si el Tribunal acatara efectivamente la orden de sus autoridades, “nos quedamos con la mitad del partido”.