Los diputados Santiago Vargas y Matías Monteagudo, del departamento San Martín, presentaron un proyecto de ley que proponía control bromatológico; obligatorio; en escuelas y colegios de todos los niveles, fuesen públicos o privados, agregando capacitación en manipulación de alimentos. A pesar del interés suscitado, la propuesta no se trató en la sesión de la Cámara provincial.
El legislador Vargas rescató, no obstante, el compromiso de los restantes bloques a un seguimiento y acompañamiento de la propuesta dado los recientes hechos en establecimientos de Capital. “El proyecto tenía que ver con control bromatológico y capacitación para el personal de cocina, ya fuesen establecimientos públicos o privados (…) para nosotros era un muy buen proyecto (…) tenía que pasar por el dictamen de cuatro comisiones, no consiguió ninguna (…) los argumentos fueron que provincia no tiene infraestructura ni las cocinas están preparadas para control o cambio de paradigma“, explicó.
“Yo trabajé en Córdoba en el laboratorio de Ceprocor, desde donde salen los controles a las escuelas y colegios, que además se financia con una cuota que se cobra a los establecimientos”, argumentaba. Para iniciar, un laboratorio bromatológico (promedio) precisa de 200 millones de pesos (entre personal y logística) “y para financiarse y recuperar esa inversión, la propuesta era similar (…) cobrar una parte al sector privado”, explicaba Vargas. La propuesta establecía dos controles por año a cada establecimiento.
Ante la necesidad de controles obligados, como planteaba el proyecto, se dividía en regiones a la provincia: norte, sur y este. “En la región oeste de Salta hay muy pocos establecimientos y la idea era comenzar por las regiones donde se concentra la mayoría de las escuelas y colegios”, y cerrando, agregó que próximamente se comenzará a tratar el Presupuesto 2025 con autoridades nacionales; oportunidad en la cual volverán a presentar la propuesta de ley.