Dirigidos por dos caciques de la zona, originarios de etnia wichi quemaron una vivienda de adobe situada al borde de Alto La Sierra; localidad ubicada en el chaco salteño límite con la provincia de Formosa. La población criolla aseguró que el lugar generalmente está vacío pero que delincuentes la utilizan para compra venta de estupefacientes y otros ilícitos. Resaltan que hechos de este tenor, justicia por mano propia, se está volviendo una constante en la región y todos dirigidos hacia los criollos.
El hecho sucedió a inicios de semana y es continuación de sucesos instigados por caciques. En las imágenes difundidas se observa como quitan combustible de una moto para iniciar el fuego, luego de derribar las paredes de la vivienda. Testimonios de pobladores de la zona remarcan que el dueño de la vivienda es un changarín que recorre puestos cercanos y es común que se ausente por varios días e incluso semanas, por trabajo.
De allí que la vivienda, ubicada prácticamente en las afueras de Alto La Sierra, sea ocupada aprovechando que su propietario no está y en donde; denuncian; ocurre la venta de drogas e incluso, como se denunció públicamente, ultraje hacia las mujeres originarias.
Los residentes criollos, sin embargo (y sin negar que lo que ocurre es preocupante), enfatizan también en una línea de hechos que tienen por finalidad hostigarlos para que abandonen el lugar; señalando a la organización Lhaka Honat como la instigadora de los acosos, que incluyen cortar los alambrados de propiedades para invadir o liberrar ganado. No todos los caciques originarios comparten la maniobra de la asociación, pero sí coinciden en que la demora judicial en aplicar sanciones o castigos a los delincuentes en materia de drogas potencia los delitos.