Hoy jueves por la mañana un hombre solicitó el servicio de un remís en el local que se ubica en la intersección de Aráoz y San Martín. El coche, un Corsa 0 km, apareció en el sector de Misión Cherenta, con daños por un aparente accidente. El chofer fue obligado a bajar del móvil bajo amenaza de un arma.
Uno de sus compañeros relató que todo empezó con una persona que se acercó a solicitar un remís a la base de la remisera, poniéndose a disposición el coche que correspondía según el orden de salida, móvil al cual abordó.
El pasajero hizo dar vueltas y finalmente se indicó como destino el camino detrás del Complejo Deportivo para seguir dando vueltas, lo que inquietó al chofer. Su última comunicación antes de ser abordado por el delincuente fue precisamente para alertar sobre lo que ocurría (en el código que usan los remiseros) de manera que sus compañeros se dedicaron a buscarlo.
El conductor ; de nombre Víctor y de 48 años; fue hallado sano y salvo, pero el ladrón se llevó el auto, un Corsa 0 km. El remisero fu obligado a bajar a punta de destornillador en cercanías al Complejo, mientras le exigían dinero. Lo único que pudo conseguir el atracador fueron 100 pesos.
“Saben lo que es el trabajo del remisero (…) entramos a trabajar a las 7 de la mañana (…) nosotros no hacemos gran dinero en el día”, siguió.
La denuncia por lo sucedido se radicó ante Comisaría, pudiendo dar con el auto; abandonado y junto a un árbol, con el cual habría chocado de manera intencional el ladrón; en Misión Cherenta. “(El chofer) es un hombre de bien, trabajador, toda su vida trabajó”, dijo el compañero.
La investigación quedó a cargo de la Brigada de Investigaciones de Tartagal. La principal dificultad radica en que no hay cámaras de seguridad en la remisera, pero la búsqueda del sujeto continúa.