Este lunes 30 de junio, Argentina se despertó como el país más frío del planeta. Mientras en el hemisferio norte florece el verano, una ola polar inédita colocó al territorio nacional por encima de Siberia en el ránking global de temperaturas extremas.
Localidades como Esquel, en Chubut, marcaron –17,2 °C, y en sectores de Río Negro se registraron mínimas inferiores a los –20 °C, según datos del Servicio Meteorológico Nacional y plataformas como Meteored. Para sorpresa de muchos, ciudades emblemáticas del frío extremo como Oymyakon o Verkhoyansk, en Rusia, presentaban temperaturas superiores a los 10 °C.

El fenómeno se extendió más allá de la Patagonia: Salta, Mendoza, Córdoba y Buenos Aires también sintieron el rigor del aire polar, con postales invernales inusuales. En la Costa Atlántica, nevó en Mar del Plata y Miramar, un evento que tiñó de blanco el litoral y despertó la emoción de residentes y turistas.
En Tartagal, el frío también se hace sentir. La jornada comenzó con una mínima de 4 °C (la térmica fue de 2°C) y una máxima que apenas superaría los 11°C, bajo un cielo completamente nublado con lloviznas y con vientos del sur de hasta 13 km/h. La humedad del 72 % y la persistente sensación térmica baja marcaron un día inusualmente gélido para la región.

Ante estas condiciones, provincias como Salta, Tucumán y San Juan suspendieron las clases en zonas cordilleranas, priorizando la salud de estudiantes y docentes. Asimismo, se intensificaron operativos para asistir a personas en situación de calle y comunidades vulnerables, reforzando la respuesta estatal frente al frío extremo.
Los expertos advierten que la ola polar persistirá en los próximos días, con mínimas bajo cero en gran parte del país y probabilidad de nuevas nevadas. Todo indica que el invierno 2025 quedará en la historia como uno de los más crudos de la última década.