El Ministerio de Salud de la Nación emitió una alerta sanitaria ante el preocupante incremento de casos de hepatitis A registrados en el país durante el primer semestre del año. Según datos oficiales, se confirmaron 69 casos entre enero y junio, cifra que se aproxima al total anual de 2024, que fue de 70 casos.
El brote presenta una distribución geográfica marcada, con mayor incidencia en Buenos Aires y Salta, que registraron 13 casos cada una, seguidas por Córdoba con 11 y Santa Fe con 5. Este fenómeno expone un cambio en el perfil epidemiológico: si bien históricamente la hepatitis A afectaba principalmente a niños, en la actualidad los contagios predominan en adultos jóvenes de entre 20 y 39 años.
La hepatitis A se transmite fundamentalmente por vía fecal-oral, mediante el consumo de agua o alimentos contaminados, o en relaciones sexuales sin protección. Los síntomas incluyen fiebre, vómitos, dolor abdominal, ictericia, orina oscura y deposiciones de color claro, aunque algunos casos pueden cursar sin síntomas visibles.

La vacuna contra la hepatitis A está incluida en el calendario nacional desde 2005, con una dosis indicada al primer año de vida. Su efectividad alcanza entre el 95% y el 99%. No obstante, la cobertura en adultos no inmunizados permanece baja, y el elevado costo de la dosis –que ronda los $100.000– representa una barrera importante. Las autoridades sanitarias recomiendan la vacunación a grupos de riesgo específicos, como personas con enfermedades hepáticas, trabajadores de la salud, personal de jardines maternales y gastronómicos, y comunidades vulnerables.
Las autoridades sanitarias insisten en reforzar medidas básicas de higiene para contener el avance del brote, entre ellas el lavado frecuente de manos, el consumo de agua segura, la correcta manipulación de alimentos y el uso de preservativos en prácticas sexuales.