La previa de la situación desencadenada ayer en alrededores del Congreso Nacional fue vista de cerca por el dirigente sindical, que sumó su voz contraria a la aprobación de la reforma previsional. “El clima ya era muy tenso (…) el gobierno se dió cuenta que ATE y la Central Obrera están alertas, con los trabajadores de pie”, declaró esta mañana, “el paro nacional y general no está descartado”.
Hoyos estuvo ayer en Capital Federal participando de un Congreso de ATE, en donde el tema de fondo fueron las reformas que impulsa el gobierno de Mauricio Macri y la manifesta oposición de los gremios. “No estamos de acuerdo conque metan las manos en el bolsillo de los que menos tienen, que lo paguen las grandes mineras y multinacionales, que devuelvan la plata que se robaron y eso no lo robó el pueblo trabajador”, dijo esta mañana.
El gremialista vió de cerca el Congreso junto con sus compañeros pero no se quedó por tener vuelo programado para las 14. “Ya se vivía (la tensión) desde el día anterior (…) el ser oficialista o hacer obediencia debida no es lo que queremos, los elegimos para que nos representen y defiendan los derechos de todos los argentinos”, recalcó.
Actualmente están bajo alerta y la semana próxima se reunirán para definir si van a un paro nacional y general. “El paro no está descartado”, aclaró, si bien este viernes la jornada transcurrió normal.
“Ayer salieron judiciales y de distintas reparticiones (…) estamos todos unidos”, avanzó, “no hay partidismos (…) como será que se dan cuenta que están metiendo mano y anuncian un bono para marzo (…) ATE va a defender hasta las últimas consecuencias”.
Hoyos no obvió responder y reconoció que existió el temor de un estallido social como el de 2001, más allá de las provocativas declaraciones de funcionarios nacionales.