Un residente de barrio Picapiedras alertó al Servicio de Emergencia 911 acerca del hallazgo de una lampalagua en el techo de su casa, hecho que se registró el lunes por la tarde. Los policías que llegaron hasta el lugar comprobaron que, efectivamente, se trataba de un reptil de dos metros de largo.
El ofidio se hallaba sobre el techo de la vivienda, lo cual sorprendió a los propietarios y vecinos, debido al tamaño del reptil y porque no es común que abandonen su hábitat.
Desde la División Rural y Ambiental especulan que podría deberse en parte al clima de las últimas semanas; incluso la deforestación; su desplazamiento a zonas urbanas o bien escaparse de algún propietario que la tenía como mascota.
La lampalagua no es una especie venenosa pero sí constrictora. Los efectivos de la División Rural y Ambiental lograron poner en resguardo al reptil para luego trasladarlo y liberarlo posteriormente en las serranías del paraje San Roquito.