Ante el reiterado intento de un medio de comunicación local de generar controversia donde no existe, quiero ser claro en mi posición como Ministro de Gobierno de la Provincia de Salta.
La implementación de la Boleta Única Papel (BUP) en las próximas elecciones nacionales es un paso adelante muy importante. Se trata de una decisión que deja atrás un sistema de boletas viciado y poco transparente, que debía haber sido reemplazado hace mucho tiempo, como ya ocurrió en varias provincias, incluida Salta.
Esta visión no es nueva ni improvisada: quedó reflejada en el decidido apoyo de nuestros legisladores nacionales al momento de sancionar la Ley 27.781, que instauró el sistema de BUP en todo el país.
Desde el Ministerio de Gobierno que tengo a mi cargo, asumimos de inmediato el compromiso de colaborar con la Cámara Nacional Electoral para que la implementación en Salta sea exitosa. Así lo establece el convenio que firmamos oportunamente con el Juez Federal Dr. Julio Leonardo Bavio, y que hoy se materializa con múltiples acciones conjuntas entre personal del gobierno provincial y la Secretaría Electoral en todo el territorio.
La experiencia de provincias como Córdoba, Santa Fe y Mendoza demuestra que, aunque en la primera elección con boleta única puede aumentar el porcentaje de votos en blanco o nulos, esto se reduce rápidamente a medida que la ciudadanía se familiariza con el sistema. Por eso, más que sembrar dudas, el desafío real es acompañar con información, capacitación y campañas de difusión, garantizando que los salteños y los argentinos puedan votar con claridad y confianza.
Finalmente, no podemos desconocer la preocupación compartida a nivel nacional y provincial por la baja participación ciudadana en las elecciones de este año. Ante esto, usar mis manifestaciones sobre esta preocupación — que tiene un origen multicausal y responde a una multidimensionalidad de factores — desde la mirada limitada de la supuesta ineficiencia de un sistema de votación, es subestimar a la gente, concentrar el análisis en un único motivo que no aporta ninguna solución y que, por el contrario, evidencia falta de información y conocimiento.
Esta es nuestra prioridad: convocar a la gente a ejercer su derecho al voto, fortaleciendo la democracia y no desviando el debate hacia controversias artificiales.
