El País on Line.- Según un estudio realizado por el Instituto Boliviano de Comercio Exterior y publicado en un libro bajo el título “El negocio de la muerte”, se logró establecer que el 76% de la población compra medicinas de dudosa procedencia, sostuvo la gerente de Comunicación y Responsabilidad Social Empresarial de Farmacorp, Sissi Añez.
La información la brindó al presentar la campaña que lleva a cabo la cadena farmacéutica denominada “Cero contrabando”, en el marco del programa “Farmacorp es garantía”, que arrancó hace cinco años para brindar información y elementos a la población para que puedan tomar las decisiones correctas al momento de adquirir los medicamentos.
“Este año por primera vez Bolivia cuenta con un documento elaborado por el IBCE (Instituto Boliviano de Comercio Exterior) que hizo un estudio en el que a través de encuestas y comparaciones con cifras del Estado logró establecer cuánto daño provoca económicamente el contrabando”, indicó a tiempo de apuntar que, por ejemplo, en 2016 se logró incautar 34.8 toneladas de medicamentos y el 2017 fue 30.3; lo que provoca de manera directa la pérdida de 1.500 puestos de trabajo a raíz de su comercialización.
Ese estudio especifica que del 21% de las ventas de la industria farmacéutica, un 20 proviene del contrabando y el 1% son falsificaciones, lo que afecta en un 0,2% al Producto Interno Bruto (PIB) del país. En general provoca la pérdida de 15 millones de dólares en evasión impositiva al año.
Apuntó que este contrabando puede corresponder a que las fronteras bolivianas son muy extensas y se debe tomar en cuenta que son productos pequeños que se pueden mimetizar en medio de otras mercancías.
Como ejemplo, se recordó que el 9 de enero de este año la Gendarmería Nacional de Argentina secuestró 3.168 empaques con psicofármacos y detuvo a dos ciudadanos bolivianos que pretendían salir de la vecina nación con el cargamento. El hecho tuvo lugar en Salvador Mazza.
El reporte sostiene que la gran cantidad de “clonazepam” era transportada a Bolivia en bolsas arpilleras e intentaban ser llevadas por pasos fronterizos no habilitados, pero fueron detectados por los uniformados argentinos.
Después de la inspección correspondiente en presencia de testigos, los gendarmes constataron que trasladaban 22 cajas de cartón con 3.168 envases de medicamentos. Alcanzando un total de 190,080 pastillas de “clonazepam”.
El Juzgado Federal Tartagal ordenó la detención de los involucrados y el secuestro de los psicofármacos. Se investiga todavía si los bolivianos están ligados a bandas dedicadas al contrabando de medicamentos.
Los medicamentos que no tienen registro en el país son: Hepabionta, Imodium hepabionta, Migral, Migral compuesto, Caladryl, Adalat, Adalat retard, Terramicina dérmica, Berotec gotas, Atrovent, Mestinon, Efortil y Efortil etilefrina.
Sissi Añez manifestó que en Bolivia son muchas las personas que mueren por el consumo de estos medicamentos, debido a “que no son manipulados bajo los estándares y normas internacionales”.