En la ciudad de Tartagal, la devoción y el amor por las tradiciones navideñas se manifiestan en los pesebres artesanales. Omar Pacheco, comunicador católico dijo se realiza un recorrido por los distintos pesebres de la ciudad y de parajes cercanos buscando mantener el espíritu navideño y la fe. Si bien ya se realizó uno de los recorridos guiados, el día 05 de enero habrá uno nuevo con la guía del equipo de Turismo Religioso. Pacheco; en diálogo con FM Alba, recordó los puntos a visitar y parte de su historia.
El pesebre de la Familia de Gloria Camacho celebra 67 años de mantener viva esta costumbre, con un toque especial y emotivo. Recordó que el profesor Jorge Camacho Ruiz (esposo de Gloria), falleció el 6 de enero de este año, quien dedicó su amor y esfuerzo a armar este pesebre durante la Navidad de 2023. En su memoria, la familia ha decidido mantener el pesebre durante todo el año 2024, honrando así su legado y devoción.
Otro pesebre destacado es el de Fiorella Pigini, una tradición familiar que se ha mantenido por 41 años. Iniciado por su madre, este pesebre no solo representa la adoración al Niño Jesús, sino también un símbolo de esperanza. Fiorella cuenta cómo su madre entregó su vida al Niño para que ella pudiera recuperarse pronto. Cada año, su hogar en la calle Cornejo 148 se transforma en un refugio de amor y comunidad, reuniendo a amigos, vecinos y familiares.
El pesebre de la Familia Reinaldo Larrosa, con más de 70 años de historia, se encuentra en el barrio Belgrano, frente al cementerio San Antonio. Este lugar es conocido por su profunda devoción al Niño Dios y la realización de la novena anual. Similarmente, el pesebre de Carlos Gudiño en el barrio Santa Rita y el de la Familia Juan Carlos y Gladys Domínguez en el barrio 9 de Julio también destacan por sus representaciones vivientes y la participación activa de la comunidad.
Por último, el pesebre artesanal de la Familia Sergio y Antonia Yepez, ubicado en el barrio Luján, y el de la señora Flora Martínez en el barrio San Ramón Nonato, son conocidos por su legado familiar y sus maravillosas historias de encuentros y cantos de adoración al Niño Jesús. Visitar estos pesebres es apreciar la riqueza cultural y la devoción que caracteriza a la comunidad de Tartagal, manteniendo vivas las tradiciones navideñas hasta el 6 de enero de 2025.