Los productores bolivianos superaron las 120 toneladas durante la gestión 2020, lo cual fue entregada a la Empresa Boliviana de Alimentos y Derivados; EBA; para la distribución del subsidio prenatal. Los productores estiman que por año suele ingresar a la región sur del vecino país de contrabando alrededor de 300 toneladas de miel de abeja; en ocasiones adulterada; desde Argentina. La consecuencia más grave es el impacto en la salud de los consumidores como en la la reducción de mercado para los productores.
Además de otros alimentos y bebidas alcohólicas que son incautadas en los controles de frontera, ahora apicultores bolivianos denunciaron que el contrabando de este producto ha resultado en la pérdida de mercado para la producción departamental (ahora reducido a la EBA) y solicitaron a organismos encargados del control aplicar acciones coordinadas y más rigurosas para evitar su ingreso. En 2020, señalaron, la Empresa Boliviana de Alimentos (EBA) informó el decomisó de casi 7 toneladas de miel adulterada.
Para agosto de este año, el Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag), incautó más de media una tonelada de miel de abeja en el municipio de Caraparí. Según datos de la Asociación de Apicultores de Tarija, se estima que cada año ingresan unas 300 toneladas de miel de abeja desde Argentina. Localmente, la producción en 2020 pasó de las 120 toneladas (solo de afiliados a la Federación Departamental de Apicultores); producción que sumó dos a tres toneladas de los apicultores particulares; evidenciando un repunte.
La situación es preocupante en el departamento de Tarija, donde más de 1.500 familias se dedican a la apicultura y son el tercer distrito con mayor producción en el Estado Plurinacional de Bolivia; habiendo iniciado dichos emprendimientos hace 6 años en Padcaya, San Lorenzo, Uriondo y Cercado. En Agosto abordaron la problemática en una reunión donde participó el Viceministro de Lucha Contra el Contrabando, legisladores, la Aduana, Senasag, militares y otros sectores productores. “Las instituciones llamadas a controlar (Aduana y Senasag), solo hacen un trabajo a medias y de forma aislada, cada uno por su parte”, manifestaba John Álvarez, presidente de la Federación Departamental de Apicultores de Tarija. (El Pais.bo)