Una investigación de científicas del Conicet recientemente publicada comprueba que en el Área Metropolitana de Buenos Aires, Tartagal en Salta y Parque Nacional Calilegua en Jujuy hay mosquitos Aedes Aegypti con capacidad de evadir los efectos de los venenos. De los tres genotipos estudiados, el que se encontró es el R2, que presenta dos mutaciones y se asocia a una resistencia alta.
La investigación se desarrolló en el marco de la Red Argentina de Vigilancia de la Resistencia a los Plaguicidas de uso en Salud Pública (RAReP), articulación institucional creada en 2021 con el objetivo de conocer el estado y distribución de la resistencia a plaguicidas en insectos de importancia sanitaria en el país. El estudio surgió a partir de casos registrados en Brasil, país con una extensa y muy estudiada presencia de poblaciones del insecto altamente resistentes a los productos químicos más utilizados. Estos son de tipo “piretroides”: atacan una proteína ubicada en las membranas de las neuronas del Aedes Aegypti, estimulándolas hasta provocarles parálisis o la muerte.
La investigación de las científicas del CONICET fue publicada en la revista “Parasites & Vectors” e incluyó tres puntos geográficos del partido de La Plata (Buenos Aires): el Bioparque (ex Zoológico), cementerio municipal (zona perirubana) y la localidad de Arturo Seguí (zona rural); lugares donde se encontró el genotipo sensible (alcanzados por efecto del insecticida, al volteo) y el R1 (mutación que hace resistentes al mosquito pero en un nivel bajo). De la provincia bonaerense también se estudiaron Quilmes, Merlo, La Matanza, Tigre, Lomas de Zamora y Avellaneda.
La situación en el NOA se presenta más complicada, ya que se detectaron grupos R2 en Tartagal (Salta) y Parque Nacional Calilegua (Jujuy). De los tres genotipos (o variedades genéticas), el R2 presenta dos mutaciones en el mosquito y se asocia a una resistencia alta. La explicación es la correlación con las epidemias de dengue, ya que son más antiguas en la región norte. Cuanto más se utilizan los insecticidas piretroides, más se desarrollan las mutaciones genéticas asociadas a resistencias, y esto se agrava; más si el uso es irracional o incorrecto.
Confirmando que “no siempre la fumigación es una solución”, como ya se había declarado en el último brote de dengue en el municipio, la recomendación es aprovechar el pico de actividad de las hembras de Aedes Aegypti ; en los meses de febrero y marzo; para echar veneno, en las primeras horas del día y las últimas de la tarde. Fuera de ese período, solo se favorece la resistencia genética a los químicos. Entre más se usan los insecticidas, evolutivamente se va seleccionando el genotipo resistente y de a poco van quedando mosquitos con ventaja genética, que a su vez tienen descendencia con una mayor proporción de resistencia. El monitoreo de resistencia es una de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS); información sin la cual fumigar sería un recurso inútil.
En Salta, el departamento Orán concentró la mayor cantidad de casos de dengue en la Vigilancia Epidemiológica de 2023, con 4.466 confirmados de 5.507 sospechosos; seguido por San Martín (3.398 positivos de 5.846 sospechosos), Anta (2.169 confirmados de 2.554 sospechosos), Capital (2.169 positivos de 3.848 sospechosos), Rivadavia (1.519 confirmados de 1.684 sospechosos) y General Güemes (1.006 positivos de 1.147 sospechosos). De los 23 departamentos provinciales, se notificaron casos en 18 y el número total de afectados llegó a 15.643 casos con serotipos circulantes DEN -1 y DEN-2.