En agosto de 2018 egresaron los primeros 64 técnicos superiores en Desarrollo Indígena y a casi un año, 54 de ellos no pueden conseguir trabajo, expusieron Claudia Simplicio y Noelia Bache. “Cursamos gente de diferentes etnias, de Tartagal, Aguaray, Salvador Mazza y Embarcación. Nos sentimos capacitados para acompañar cualquier institución”, resaltaron.
Noelia Bache, de la etnia guaraní, agradeció que la carrera llegara por intermedio de la empresa Tecpetrol y la Municipalidad pero resaltaron que no se los ha tenido en cuenta a la hora de trabajar con las comunidades; incluyendo la elaboración de proyectos.
La carrera de Técnico Superior en Desarrollo Indígena se dictaba en el anexo del Instituto Superior Indígena de Jujuy y del Instituto Campinta Guazu Gloria Pérez, extendiéndose por tres años con formación en historia, antropología, legislación indígena, elaboración de proyectos, entre otros.
Las materias; ocho o nueve según el año que se cursara; se impartían en clases dos veces al mes. A casi un año, la gran mayoría no puede insertarse laboralmente. “No se nos ha tenido en cuanta a la hora de los proyectos con los pueblos originarios”, resaltaba Bache, “nos formaron para mantener la cultura”.
Entre los proyectos particulares que iniciaron para llevar a la práctica, Claudia Simplicio (Wichi, El Crespín) comenzó con la recuperación de la lengua materna en los niños de su comunidad, encuentros que realizan los domingos por la tarde en colaboración con Horacio Simplicio.
“Tengo un certificado de intermediación intercultural que nos avala en Ciudad Judicial”, agregó, certificado con el que también cuenta Noelia Bache (Guaraní – Misión Parcela 37).
“Hacemos nuestro sacrificio (…) queremos tener un ingreso económico que nos dignifique como familia”, resaltó Simplicio.