La ciudad de Embarcación se encuentra bajo alerta sanitaria tras confirmarse dos casos de leishmaniasis visceral en perros callejeros. El hallazgo encendió las alarmas entre autoridades municipales y provinciales, que ya iniciaron acciones para contener el foco de contagio en la zona norte de Salta. La enfermedad, transmitida por el mosquito flebótomo, representa un riesgo epidemiológico que requiere intervención inmediata.
El veterinario Rodrigo Ávila, jefe de Bromatología de la Municipalidad, informó que los diagnósticos se realizaron hace dos semanas mediante medios oficiales. “Ya hemos estado reunidos con gente del programa de zoonosis de la provincia, hemos recorrido los barrios por los cuales estaban identificados estos animalitos”, señaló Ávila, quien confirmó que se activó la investigación epidemiológica en los sectores afectados.
Los casos positivos corresponden a dos perros previamente atendidos, uno en una veterinaria y otro en un refugio, cuyas muestras fueron analizadas por la Universidad Nacional de Salta. El flebótomo, vector de la enfermedad, ya estaba presente en la zona, pero hasta ahora no se habían registrado casos de leishmaniasis visceral. Este mosquito habita en áreas de monte y utiliza al perro como reservorio del parásito.

Aunque el contagio directo entre animales y humanos es poco frecuente, el riesgo existe si el mosquito infectado pica a una persona. “El perro es reservorio, no existe tratamiento para erradicarlo completamente. Hoy los perros deben llevar un collar repelente y eso ya es responsabilidad del dueño”.
Para prevenir la leishmaniasis visceral, se recomienda medidas concretas tanto en el cuidado de mascotas como en el entorno domiciliario. Es fundamental colocar collares repelentes en los perros, evitar que duerman al aire libre, y mantener los patios limpios, sin acumulación de hojas ni materia orgánica donde pueda reproducirse el mosquito flebótomo. Además, se aconseja eliminar malezas cercanas a las viviendas, usar repelentes en zonas de riesgo y consultar al veterinario ante cualquier síntoma sospechoso en los animales, como pérdida de peso, lesiones en la piel o decaimiento.



