Esta semana, efectivos de Policía fueron alertados por pobladores de la zona oeste acerca de una potente explosión, que dejó el ambiente con olor a gas. Al investigar, los uniformados se encontraron con un tramo de gasoducto explotado, por lo que inmediatamente se cerró la válvula situada en General Ballivián. Se presume que se trató de robar combustible, pero los ladrones se equivocaron de caño.
Las primeras pericias (no hay informe policial al respecto); consignaron los medios de Embarcación; apuntan a que se pretendió robar combustible, pero los ladrones habrían equivocado el caño y terminaron perforando un tramo de gasoducto, lo que provocó la explosión.
Ésta fue sentida por pobladores que recogían leña y sintieron el olor del gas en el ambiente casi de manera inmediata. Por la zona, se supo, recorren seis caños de acero que transportan gas a alta presión y para evitar que la fuga se ampliara; ya que se dieron con un pozo de donde emanaba una nube de la sustancia; dieron alerta a las empresas responsables de los tramos y estas, a su vez, mandaron cerrar la llave dispuesta en General Ballivián.
Los efectivos de Policía que respondieron al aviso de los leñadores encontraron elementos y herramientas que los llevaron considerar que los ladrones esperaban robar combustible, ya que (si bien hoy solo lleva gas) solía transportarse ese elemento por el ducto.