La titular del comercio Esbi Plast, señalado en facturas apócrifas emitidas por valores arriba de 12 mil pesos, manifestó que; desde iniciada como preveedor para el Hospital Zonal; no hubo compras arriba de 800 pesos. El hecho se remonta a mayo de 2018 e involucra incluso al Ministerio de Salud Pública, hasta donde rastrearon cheques emitidos y a cobrar a nombre de la propietaria comercial.
La propietaria del comercio, Silvia Villagra, manifestó que el Hospital Zonal está enterado desde el año pasado de la emisión de facturas a nombre de su local por cifras exhorbitantes, en comparación a los números habituales. Toda la documentación y línea de hechos fue producto de una investigación que realizó por cuenta propia la empresaria, junto a su contador.
No se trata de facturas mellizas, sino de copias (duplicados); con letra que no pertenece a ninguno de sus empleados; donde se asentaba una cifra (caso 300 pesos) que recibía el comercio, pero en el original el monto era otro.
“La primer nota que se presenta data de mayo de 2018”, relató al periodista Julio Marín, aclarando que descubrió la maniobra cuando evaluó el pago de “Actividades Económicos”. Villagra explicó que normalmente, por su actividad, en impuestos pagaba 8.000 pesos, pero en ese entonces notó que la cifra había descendido a 300 pesos.
“El contador me dijo que le estaba vendiendo mucho al Hospital”, siguió, pero; sin embargo y debido a que no se trataba de grandes compras las registradas; al analizar las retenciones “el monto era grande”.
Ahí descubrió que el comercio tenía facturas emitidas por 300 pesos, pero el Hospital había declarado 18.000 y 14.000 pesos. De esta manera, aclaró que su local no pertenece a ninguna red de desfalco al Hospital, sino que fueron víctimas de estafa, al igual que el nosocomio.
“El contador le pidió las constancias de retención; que era algo que yo no tenía”, remarcó. En este punto, con nota mediante (en mayo de 2018), repitiendo el pedido a fines de junio y el Hospital acerca la información recién en julio de 2018.
“Descubrimos que había alguien en nuestro local que había alguien que hacían las facturas; del hospital iba una, la misma siempre, que esperaba que esta otra la atendiera”, continuó. La empresaria especula que esta persona se llevó una factura del local, mediante el cual pudo ingresar montos a cobrar por las sumas denunciadas.
“Queremos saber quién retiró los cheques a mi nombre (los pagos salen a su nombre), porque alguien los endosó y los cobró en el banco”, siguió. Todavía más, esa persona también debió concurrir, por fuerza, al Ministerio de Salud de Salta.
La empleada de su local; directa o indirectamente involucrada; fue despedida en diciembre de 2018 al haber reconocido que hubo oportunidades donde firmó pagos en blanco.