El periodista Sebastián Cardozo, compañero de estudios de Gaspar Cinco, compartió detalles sobre el juicio que se desarrolló en Capital y que terminó en la condena a cadena perpetua del ex periodista. “Fueron muchas las pruebas en su contra, además de la condena social”, dijo esta mañana. “Cursamos juntos la carrera en la Universidad (…) lo conocía, o al menos, pensé conocerlo”, señaló en un momento.
El juicio se extendió por dos semanas y culminó con el fallo de cadena perpetua para Franco Gaspar Cinco.
El juez Ángel Amadeo Longarte, vocal de la Sala II del Tribunal de Juicio, condenó a Franco Rodrigo Gaspar Cinco (28) a la pena de prisión perpetua por resultar autor penalmente responsable de los delitos de homicidio en grado de tentativa en concurso real con homicidio doblemente calificado por la relación de pareja y por el medio empleado (veneno).
“Cabe recordar que sobre Cinco pesaban varias imputaciones. La primera y más pesada era de este doble homicidio agravado por su relación con Alejandra y el método empleado, que es el veneno”, señaló el periodista, “y el otro una tentativa de homicidio por un episodio que se habría producido el día 25 de mayo de 2017, cuando fueron en paseo familiar al Dique Cabra Corral y en donde Cinco habría intentado arrojar al niño por un barranco”.
Según establece el Código Penal Argentino, el hombre deberá pasar al menos 35 años en prisión antes de solicitar prisión condicional o salidas transitorias, informó
En cinco días se leerán los fundamentos, oportunidad en que se espera que la defensa; Dr. Aguero Molina; pida la apelación de Cinco, de quien en todo momento mantuvo la inocencia e incluso solicitó la absolución de los cargos.
Gaspar Cinco llegó a juicio acusado de entregarle a su pareja, Alejandra Párraga, una botella diciéndole que contenía agua bendita para el hijo de la joven, A. P., de dos años y medio. El hecho ocurrió el 5 de junio de 2017. En su interior, la botella contenía agua con veneno. Ambas víctimas fallecieron esa misma tarde luego de ingerir el líquido.
“Ese día (dijo Cinco en su versión de los hechos) llevó el agua bendita, gomitas, yogur y el cianuro de potasio que le habría pedido la misma Alejandra Párraga (…) porque ella estaba haciendo una especie de experimento porque estudiaba la Licenciatura en Nutrición (…) el dice desconocer de qué se trataba pero dió a entender que Alejandra quería darle en dosis pequeñas a su hijo y provocarle una descompensación para llamar la atención de los abuelos, que asuman la tutela del niño y ella poder irse a vivir tranquila con él, sin que el nene esté en medio de los dos”.
Cinco lloró tres veces durante su declaración, siempre al referirse a Alejandra Párraga, no así con el niño; si bien pudo dar detalles del aspecto que presentaba en el velorio. “Siempre mantuvo una postura muy fría, mirando hacia arriba o hacia el juez, nunca a los familiares, incluso cambiando de posición su silla para darles la espalda (…) como también al escuchar su sentencia”, siguió Cardozo.
“No hubo familiares de Cinco en el juicio, pero por expreso pedido de él, que no quería exponerlos”, agregó el periodista.
El juicio llegó rápido, bajo una gran condena social, dado que habían tomado estado público las intenciones que abrigaba Cinco hacia el pequeño. “Él (Gaspar Cinco) tiene un hijo de cuatro años y Alejandra lo apoyaba en esa relación que él tenía con su hijo (..) pero no se sabe que pasó a él por la cabeza”.