El intendente de Santa Victoria Este, Rogelio Nerón, repasó el trabajo que se realiza en la región ante el desborde del río Pilcomayo pero enfatizó que; a pesar de la cantidad de lluvia; el anillo resistió a las precipitaciones y el caudal del agua. Restan varias comunidades por asistir y en ocasión de evacuar a un grupo de pobladores, casi es arrastrado por las aguas junto a dos voluntarios. “Si el gobernador me hubiera llamado, le mostraba el lugar donde todavía hay escuelas bajo el agua”, señaló.
Nerón recordó que hay varias comunidades sin luz y por esa razón no hay provisión de agua potable, “hoy están tomando del Pilcomayo”, y que ya han pedido que se faciliten más vuelos para llegar a los lugares más alejados, ya que por el estado de los caminos cubiertos de agua no es posible avanzar. “Yo ya venía comprando y guardando rollos de plásticos y fue lo primero que se entregó a los paisanos“, decía por FM Alba este viernes por la tarde. “Nosotros usamos el plástico para cubrir ante la llegada del agua”, destacaba.

Sobre la llegada del gobernador Gustavo Sáenz a la zona el jueves 20, Nerón afirmó que él no estaba en Santa Victoria Este en el momento y desconocía que el mandatario provincial arribaba. “Yo estaba en el camino entre La Estrella y Misión La Paz (…) yo y dos voluntarios fuimos arrastrados por el agua (…) en ese momento, después de cruzar el agua, nos enteramos que andaba el gobernador (…) yo no lo sabía ni nadie me dijo nada”, contó, “hubiera ido realmente a ver los lugares que están bajo el agua, porque en las fotos que ví por donde anduvo, son lugares que están secos (…) no hubiese hecho falta que le explique la ayuda que necesitamos”.
A pesar de todo, aseguró no estar enojado, ya que las urgencias deben atenderse sobre todo cuando “la tierra vaya secándose”. Sobre la correntada que casi lo lleva cuando remolcaban una chalana con pobladores evacuados, dijo que “lo que más me dolió fueron los chicos, porque yo le pedí un favor a él y su empresa (…) le dije que no nos iba a pasar nada porque somos gente del chaco (…) pisamos un pozo y el agua nos arrastró contra un puente, ahí quedamos y pudimos manotear a los dos que el agua estaba llevando“, relató, “si daban contra el cemento del puente estamos contando una desgracia”.