La suma de 63 millones de pesos argentinos, entre los cuales incluían fajos de la nueva divisa para 2.000 pesos, fueron secuestrados en el puesto de control fijo Candado Grande, en Bermejo; punto limítrofe con Aguas Blancas en Argentina. El dinero era transportado en cuatro mochilas y de acuerdo al testimonio del chofer del vehículo donde se los halló, el solamente fue contratado para conducir.
El informe del Viceministerio de Lucha Contra el Contrabandado de Bolivia detalló que el Comando Estratégico Operacional de Lucha Contra el Contrabando (CEO-LCC) interceptó la cantidad distribuida en cuatro mochilas: la primera contenía ocho millones de pesos, la segunda 18 millones, la tercera 16 millones y la cuarta mochila contenía 21 millones de pesos; total que equivale a 450.180 pesos bolivianos (otras versiones señalan 630 mil).
El dinero era llevado a bordo de un auto Toyota Sprinter, color plomo. El chofer declaró a las autoridades que había sido contratado “para prestar el servicio de conducir el vehículo”, llevando las mochilas en el baúl; desde Argentina hacia Bolivia. Posteriormente iba a contactar a los propietarios para que retiraran las divisas, personas que luego se acercaron; efectivamente; al Felcc para recuperar el dinero. La fiscal a cargo, no obstante, determinó abrir causa por “ganancias ilícitas”.
El dinero comisado (billetes de 500, 1.000 y los nuevos de 2.000) fue entregado a la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) para que investigar su procedencia, a pesar que propietarios de una casa de cambios (declarados dueños de la suma) enfrentan ahora un proceso por presunta legitimación de ganancias ilícitas. No hay detenidos y el chofer quedó supeditado a la causa, declaró el jefe del organismo; Coronel Leandro Gutiérrez. (ElPais.bo)