La ceremonialista Lila Antequera; presidente de la ACOE; señaló algunos puntos que deben tener en cuenta candidatos a cargos electorales. “La Bandera Nacional con el sol en la franja central no puede tratarse como un trapo“, aclaró.
“Tenemos leyes que establecen que su condición y la majestad de su historia debe ser tratada con respeto (…) en una cancha de fútbol, en una manifestación, en una elección, observamos que no es así (…) hay una bandera para estas celebraciones”, explicó la ceremonialista. “Si agarran la Bandera Oficial (con el sol al medio), se deben mantener las condiciones que demanda”, siguió y citó como ejemplo el más conocido, que es anudarla al cuello formando una capa.
Con la Bandera Oficial en mano, se debe flamear con , “debe agitarla con respeto, no debe tocar el suelo, no debe ensuciarse, no roce el agua, que no se avasalle con otra bandera encima y que no esté más abajo que otra bandera que no sea la de su condición de Bandera Argentina (…) si no se está dispuesto a hacer esto, mejor no sacarla”.
Hablando de leyes, existe el artículo 222 del Código Penal, que establece castigos que van desde multa económica hasta dos años de prisión para quien “mancille” un símbolo patrio.
“Observamos esta mancillación de parte de autoridades, de funcionariso y también en candidatos, de quienes aspiran a ocupar un cargo; en el plano provincial y nacional; y lo que es peor, de parte de quienes ya ocupan un cargo (…) esto es más serio y amerita realizar docencia, para enseñar cómo se debe y cómo no se debe utilizar la Bandera Oficial”.
Ante la multiplicación del uso de la Bandera Oficial de la Nación en diferentes actos y convocatorias electorales; en el país y en el plano local; la ceremonialista recordó que la soberanía y la nacionalidad de nuestro país se representa en la Bandera que porta el sol en la franja blanca y merece; amparada bajo distintas leyes; un trato especial.
“No es un paño decorativo (…) es el máximo símbolo de pertenencia de un país, lo que nos hace soberano, libre y que nos garantiza nuestros derechos civiles pero también las obligaciones”, remarcó.
El origen del Sol Patrio en la Bandera, se remonta a la época de la Patria Grande. El General Manuel Belgrano la incorpora cuando el General José de San Martín asume la gobernación de Cuyo, a quien le hace entrega en mano. “Cuando cruce ud. los Andes, use esta y no otra, porque estoy seguro que lo va a lograr (cruzar la Cordillera), eso le dijo”, siguió la ceremonialista.
A los cuatro años de la epopeya de San Martín, inicialmente con la Bandera con sol de Belgrano como Bandera de Guerra, se incorpora al astro oficialmente en la Bandera Oficial de la Nación Argentina. “Tampoco es cualquier sol, sino que tiene su significancia”, relató Antequera.
Con el transcurrir de la historia, el uso de la Bandera Oficial atravesó por múltiples cambios y modificaciones, pero no es sino hasta la presidencia de Raúl Alfonsín que libera el uso a todas las provincias (no todas podían hacerlo) pero resaltando que “con el respeto a su status e historia”.