Cuatro hombres fueron condenados por el Tribunal Oral Federal N°2 de Salta a penas de entre 8 y 10 años de prisión por transportar 195 kilos de cocaína en mochilas a través de la selva salteña, cerca de la frontera con Bolivia. Los hechos ocurrieron a fines de agosto de 2024, cuando una caravana de aproximadamente veinte mochileros fue detectada por efectivos de Gendarmería en una zona de yungas próxima a Embarcación. Entre los detenidos se encontraba el líder del grupo, Ramón Bernabé Saban, quien recibió la pena más severa.
La sentencia fue dictada el 11 de agosto de este año por las juezas Gabriela Catalano —presidenta del tribunal— y Alejandra Cataldi, junto al juez Domingo Batule. Ramón Saban fue condenado a 10 años de prisión como coautor del delito de transporte de estupefacientes agravado por el número de intervinientes, en concurso ideal con tenencia de arma de uso civil sin autorización, en dos hechos. En tanto, Eduardo Aníbal Saban, Miguel Matorras y Juan Franco González recibieron 8 años de prisión por los mismos delitos, aunque con una sola imputación de tenencia de arma.

El operativo se originó el 28 de agosto de 2024, cuando tres gendarmes patrullaban el paraje La Porcelana, a unos 63 kilómetros al norte de Embarcación. Allí observaron a un hombre armado con una escopeta y vestido con ropa mimetizada, seguido por una fila de 19 mochileros. Tras perderlos de vista en el monte, se activó un operativo conjunto con tres unidades del Escuadrón 52 “Tartagal”, que permitió seguir el rastro y localizar al grupo durante la noche, a escasos metros de un claro donde planeaban entregar la droga.

Al irrumpir en la zona bajo el grito de “¡Gendarmería!”, se produjo una estampida. En medio de la oscuridad, los efectivos lograron detener a Ramón Saban y a Matorras, incautando dos mochilas con 33 kilos de cocaína. Al amanecer, se realizó un rastrillaje que permitió capturar a Eduardo Saban y a González, quienes se ocultaban entre la maleza. En el lugar se hallaron otras 12 mochilas con droga, dos armas de fuego y un total de 195 paquetes tipo ladrillo envueltos en cinta amarilla.
Durante el juicio, la fiscal Lucía Orsetti destacó la contundencia de las pruebas y descartó la versión defensiva que atribuía la presencia de los acusados a una actividad de caza. Señaló que la organización del grupo, el camuflaje de las mochilas, el uso de linternas y la reacción coordinada ante la presencia de los gendarmes evidenciaban un concierto de voluntades. También remarcó que los acusados conocían bien el terreno, al punto de guardar alimentos en las copas de los árboles para evitar animales silvestres.
El tribunal consideró acreditada la participación de los acusados y respaldó la calificación penal solicitada por la fiscalía, al entender que todos tenían dominio sobre la droga. Entre las pruebas valoradas se incluyó la tenencia de armas y la conducta de los imputados durante el operativo. La fiscalía había solicitado penas de hasta 14 años y 6 meses de prisión, mientras que la defensa pidió sanciones mínimas, argumentando una participación secundaria en la estructura delictiva. (Fuente: MPF)