La fiscal adjunta de Cipolletti, Andrea Vanina Bravo; oriunda de Tartagal; es la primera directora de la Ofiju Penal de Neuquén, al quedar primera en el orden de mérito del concurso y superando a todos los candidatos y candidatas del Poder Judicial provincial. La oficina fue creada en 2014.
Entre otras funciones, la Dra. Bravo deberá conducir al personal que agenda, organiza y graba las audiencias: fija la fecha, hora, sala, asignar el tribunal, citar testigos si se trata de un juicio, acompañar a los jurados populares y recibir los reclamos de las partes. El cargo fue creado tras la reforma del código de procedimiento en 2014, a fin de coordinar el trabajo administrativo. Su salario equivale al de un magistrado (supera los 6 millones de pesos), sin incluir ítems que lo abulten, como antigüedad.
“Hace muchos años que vine a vivir a Neuquén (…) hay mucha gente del norte acá y extrañar, se extraña el mango, la palta pero nos habituamos rápido al clima, pero siempre está la idea de volver a Tartagal”, compartió por FM Alba. La Dra. Bravo se presentó junto a otras 19 personas a rendir para el cargo y al examen escrito lo hicieron ocho al examen escrito. “Éramos tres los postulantes que no pertenecíamos al Poder Judicial de la provincia (Victoria Hernández y Francisco Castaño Calaf, además de Bravo)”.
La Dra. Bravo quedó primera con 8,5 en el escrito y 10 en el oral. “El año pasado me presenté para el cargo de defensora en Río Negro”, agregó. Entre las obligaciones que debía cumplir para asumir el cargo ante la Ofiju (Oficina Judicial Penal) estaban completar el examen preocupacional y renunciar a su puesto en Cipolletti.
