Con el fin de fortalecer la seguridad en el norte del país, el gobierno nacional implementó el Operativo Roca, una iniciativa que moviliza a más de 10.000 efectivos de las Fuerzas Armadas en un despliegue sin precedentes. Con 1.300 soldados estacionados permanentemente en zonas clave, el operativo busca combatir el narcotráfico, el terrorismo y la delincuencia organizada en áreas rurales y de difícil acceso.
La estrategia de seguridad incluye la utilización de drones, radares móviles, helicópteros y aviones Diamond, lo que permite un monitoreo constante del territorio y un mayor control aeroespacial. Además, las nuevas reglas de empeñamiento permiten la detención de civiles en situaciones de flagrancia, una medida que ha sido objeto de debate entre distintos sectores políticos y de la sociedad.
El ministro de Defensa, Luis Petri, defendió la decisión de autorizar a los militares a detener civiles en casos de flagrancia, negando que esto viole la Ley de Seguridad Interior. En una entrevista con medios porteños, Petri explicó que la aprehensión en flagrancia está contemplada en el artículo 183 del Código Procesal Penal, que permite a cualquier persona realizarla, sin necesidad de ser agente de seguridad.

Petri también aclaró que las Fuerzas Armadas operarán en zonas inhóspitas, lejos de áreas pobladas y pasos fronterizos habilitados. En respuesta a las críticas de su antecesor, Agustín Rossi, el ministro expresó sorpresa ante la falta de conocimiento sobre la ley por parte de quien ocupó el mismo cargo en el pasado.
El funcionario destacó que el kirchnerismo ya había enviado a las Fuerzas Armadas a la frontera durante el Operativo Escudo Norte (2011-2016), aunque sin otorgarles facultades. Según Petri, su gestión está enfocada en capacitar y equipar a los militares para tareas específicas de control fronterizo, algo que considera esencial para defender la soberanía y actuar contra la delincuencia.
Además, subrayó que las Fuerzas Armadas argentinas ya realizan misiones similares en el extranjero, como en Chipre, y que países vecinos también emplean a sus fuerzas en tareas fronterizas.
El impacto del Operativo Roca será determinante para el futuro de las políticas de seguridad en el país. A medida que se desarrollan las operaciones, la discusión sobre sus efectos y alcances sigue abierta en el ámbito político y social.