Mauricio Macri abrió el año legislativo con un discurso puesto en la agenda hacia el futuro, ratificó el rumbo económico e hizo hincapié en la búsqueda de consensos. Para el diputado nacional Pablo Kosiner, fue un discurso con “sabor a poco”, sin una mención sobre la industria, jubilaciones y el déficit.
Para la prensa nacional, con su discurso en el Congreso, Macri hizo eje en una agenda con mirada “hacia el futuro” y ratificó el rumbo económico del país, dejando abierto así el 136 Período de Sesiones Ordinarias.
Contrario a la palabra del Jefe de Estado, el diputado nacional Pablo Kosiner manifestó por FM Alba que “Creo que todos habíamos ido con la expectativa de escuchar cómo iba a encarar estos dos últimos años de gestión, fundamentalmente con problemas estructurales vinculados a falta de desarrollo productivo, falta de desarrollo industrial, creación de puestos de trabajo, lucha contra la inflación”.
“Creo que fue un discurso más publicitario que de un estadista. No ha colmado las expectativas; no nosotros los legisladores; sino de los argentinos que lo hayan podido escuchar”, analizó. “Nos quedó esa sensación, de sabor a bien poco”.
La crítica generalizada a Macri se centró en el haber dicho que “El salario le ganó a la inflación”, punto sobre el cual Kosiner subrayó que “a la gente le alcanza cada vez menos, cuando va a comprar, cuando tiene que comprar útiles escolares o que no se reactiva el aparato productivo para generar puestos de trabajo, cuando hay crisis en nuestra industria”.
Más allá de los proyectos que enumeró, como hacer de Campo de Mayo un espacio verde, “no fue un discurso a tono de los problemas complicados que hoy vive el país (…) se prende una luz amarilla (…) ojalá que esa visión optimista que tiene bienvenido sea, el problema es que las cosas no se resuelven solas”.