Durante la séptima jornada del juicio por la presunta red narcocriminal que operaba en el penal de Villa Las Rosas, el subdirector de la Unidad Carcelaria 1, Marcelo Romero, fue detenido por orden del Tribunal de Juicio tras brindar una declaración que podría configurar autoincriminación. La medida fue solicitada por la Unidad Fiscal, que consideró que Romero había incurrido en incumplimiento de deberes como funcionario público. Tras un cuarto intermedio, el Tribunal dispuso su liberación, aunque el Ministerio Público Fiscal adelantó que pedirá que se lo investigue.
Romero declaró como testigo en el juicio contra veinte personas acusadas de integrar una organización dedicada al tráfico de drogas dentro del penal. En su testimonio, aseguró que los elementos punzantes hallados en la oficina de Jefatura “no son puntas” sino punzones pequeños, utilizados por los internos para sacar punta a los lápices. Afirmó que, en su criterio, una punta carcelaria debe tener más de 40 centímetros o ser un arpón de más de un metro de largo.
Consultado sobre los objetos encontrados en el escritorio del jefe de pabellón, Romero explicó que el espacio es compartido por varios funcionarios y que no indagó por qué estaban allí los elementos. También se refirió al secuestro de celulares durante el allanamiento, indicando que solo recuerda un aparato institucional desarmado, mientras que la Fiscalía pidió que conste en actas que se incautaron varios dispositivos.

El funcionario reconoció que el consumo de drogas dentro del penal ha aumentado y que la mayor parte de la sustancia ingresa por los muros mediante el sistema de “voleo” o “paloma”. Señaló que, aunque las cámaras permiten identificar al receptor, no se puede actuar porque la droga desaparece rápidamente. También mencionó ingresos durante las visitas y coordinación por celular.
Durante la jornada, también declararon familiares de internos y empleados del Servicio Penitenciario. Una mujer relató que entregó dinero y un celular a un agente en la terminal de ómnibus, mientras que tres administrativos indicaron que no se realizaron reuniones del Consejo Correccional durante el período investigado. Uno de ellos reconoció que nunca leyó el reglamento y que aprendió sus funciones siguiendo instrucciones del imputado Guaymás.