INTI.- Con el objetivo de reunir información actualizada del sector, el INTI y la Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines, FAIMA; realizaron una encuesta a 447 firmas de todo el país. El estudio permite afirmar que más del 98% son pymes, el 79% supera los 10 años de antigüedad y generan alrededor del 7% del empleo industrial.
Con la finalidad de mejorar la competitividad de la industria argentina de la madera y el mueble, especialistas del INTI, Instituto Nacional de Tecnología Industrial; y FAIMA realizaron una encuesta a 447 empresas de todo el país. El informe destaca que la producción bruta de la cadena de valor supera los 13 mil millones de dólares anuales.
En relación a las empresas, el informe detalla que el 98% son pymes (siendo el 78% micropymes, con menos de 10 empleados), generan más del 7% del empleo industrial argentino y el 79% supera los 10 años de antigüedad. Otro dato relevante es que la mayor parte de sus ventas está destinada a productos mayoristas —especialmente en aquellas que se especializan en envases, pallets, aserraderos y remanufactura—, salvo el rubro carpintero que comercializa más de la mitad de sus productos directamente al consumidor final.
La productividad laboral mensual, medida por la facturación por empleado, promedia los $105.000. En el caso de las empresas grandes el valor es mayor (entre $180.000 y $270.000) y el resto de los subsectores tienen productividades prácticamente similares (entre $86.000 a $100.000).
La inversión de la industria maderera en los últimos 5 años estuvo destinada principalmente a la adquisición de herramientas (63%) y maquinarias (55%). Otro dato es que el 56% del equipamiento fue renovado en la última década y un 3% tiene menos de un año. “Casi el 80% de las empresas consideran que su equipamiento es bueno. Sin embargo, al cruzar la información de su estado y antigüedad se observa que en promedio superan los 13 años y en muchos casos están en un estado amortizado”, detalla Maslatón.
La principal problemática detectada por los industriales tiene que ver con trabas en el acceso al financiamiento, que obstaculizan la inversión y la competitividad. Entre las dificultades propias de las empresas le siguen en importancia la organización de la producción, los problemas de personal (capacitación y ausentismo), estrategias de venta y equipamiento insuficiente.
Uno de los aspectos de mayor debilidad en el sector es el relacionado con las tecnologías blandas o de gestión empresarial. Es muy alta la proporción de empresas, especialmente las más pequeñas, que cuentan con sistemas de gestión productiva y administrativa elementales.
El 57% de las que contestaron la pregunta, no llevan contabilidad sistematizada, el 52% no cuenta con sistemas de costos, el 54% no realiza mediciones de productividad y son escasas las firmas que declaran utilizar normas técnicas o contar con asistencia externa en gestión empresarial o diseño de productos.
“Los resultados arrojados por el informe permitirán tomar decisiones empresariales y de políticas públicas adecuadas para el desarrollo del sector”, anticipa Alfredo Ladrón González, director del Centro de Madera y Muebles del INTI.
Observatorio de la Industria de la Madera y el Mueble
La encuesta nacional es una de las acciones impulsadas por el Observatorio sectorial. Fue realizada en conjunto entre el INTI (a través del Centro de Madera y Muebles y el área de Economía Industrial) y FAIMA.
El relevamiento se realizó en 2016 sobre 10 subsectores productivos: aserraderos, aserradero con remanufacturas, envases, embalajes, pallets, bins, tableros de láminas, tableros reconstituidos, partes y piezas de muebles, muebles, carpintería en general, madera en la construcción, otras manufacturas (escaleras, escobas, ataúdes, perchas, herramientas, instrumentos, etc).
Las empresas que contestaron se ubican en su mayoría en las provincias donde más se concentran los polos madereros o muebleros: Buenos Aires, Chaco, Córdoba, Entre Ríos, Jujuy, Mendoza, Misiones, Río Negro, Salta, Santa Fe y Tucumán.