La vía de comunicación, cuya reconstrucción inició hace 4 años, ahora se presenta con un ancho de 14,30 metros en comparación a los 6 que tenía antes, con pasarela peatonal incluída. Tiene más altura y de acuerdo con la declaración del Ing. Francisco Bloser; gerente regional de Vialidad Nacional; más adelante se dialogará con Gendarmería sobre la posibilidad de construir una garita de la fuerza en el mismo lugar.
El acto; sencillo y de puesta en funcionamiento; se realizó a las 10 horas y contó con la presencia del Ing. Bloser y de los intendentes de Salvador Mazza, Rubén Méndez; y de Aguaray, Dr. Alfredo Darouiche.
El Ing. Bloser remarcó las diferencias que tiene el actual puente en comparación con el anterior, construido con un presupuesto de $19.559.720,97. “La estructura es moderna, da seguridad y mejores condiciones de transitabilidad”, explicó en diálogo con FM Alba.
El ancho del puente es de 14,30 metros, con banquinas y pasarelas peatonales. Tiene más altura que el anterior; 9.15 metros; previendo posibles crecidas del Río Caraparí,
El nuevo puente cuenta con una longitud de 75 metros con sus accesos. El ancho de la calzada será de 11 metros, con sus defensas metálicas para vehículos y una vereda de 1,10 metros para peatones de cada lado; resultando así en los 14,30 metros de ancho total. La construcción estuvo a cargo de la empresa Covico.
“La construcción demoró mucho (4 años) desde que inició, hubo paralizaciones, disminuciones drásticas en el ritmo de obra pero en los últimos dos años pudimos darle continuidad para terminarlo”, continuó.
Uno de los mayores inconvenientes durante la construcción ocurrió con el Estribo Norte del antiguo puente, por lo que debieron “buscar alternativas técnicas para evitar desmoronamientos en el acceso norte del nuevo”, detalló.
El periodista Raúl Costes especificó que todavia persiste un problema en la banquina del viejo tramo, en donde se construyeron gaviones y defensas para evitar desmoronamientos en cada oportunidad de lluvia, sobre todo para el lado de los vecinos que residen en Caraparí. “Hay que recordar que el viejo tramo se va a cerrar”, resaltó.
Para más adelante quedará una reunión con Gendarmería Nacional para dirimir si se establece o no una garita de control de la fuerza en el sector, teniendo en cuenta que Salvador Mazza es considerada zona roja en cuanto a contrabando y tráfico.