En 2018, residentes de los barrios San Cayetano, La Pista y Sector 5; todos ubicados en cercanías a la Quebrada Internacional Salvador Mazza-Yacuiba; denunciaron que por las fuertes lluvias registradas en la época, el caudal de agua proveniente del vecino país había derivado en correntada que arrastró varios metros de terrenos. Aparte, caños que transportaban hidrocarburos quedaron expuestos y en situación vulnerable.
En ese momento, las imágenes captadas por los residentes del Sector 5 exponían como en uno de los extremos del caño presentaba una leve curvatura, producto que varios metros del terreno (entre 50 a 100) donde se asentaba cedieran a las fuertes lluvias acaecidas ese mes de Enero. Este era uno de dos caños que terminaban en la planta de Refinor, y desde entonces quedaba suspendido en el formado precipicio de unos 20 a 30 metros de altura.
Como paliativo, la empresa responsable colocó soportes y pilotes para sobrellevar los inconvenientes como una solución transitoria, pero una reciente visita realizada por el periodista Raúl Costes mostró que estos continúan allí, agregando que la vibración por el transporte de hidrocarburos se siente un poco más intensa.
Dado que el camino que conectaba a los distintos barrios se perdió también en 2018, los vecinos instalaron un puente peatonal muy precario a la espera de la construcción de una pasarela como la ya construida en otro lado del Sector 5 (obra que demandó años de espera). Sin embargo, la llegada de aguas cloacales (también desde el Estado Plurinacional de Bolivia) los expone a los olores y vapores en días de intenso calor.