En medio de una tensa situación social y política, el intendente Méndez dejó cesante a su chofer privado, bajo acusaciones de vertir información privada a medios de la frontera. El despedido trabajador maneja actualmente un taxi como medio de subsistencia. El chofer se suma así a la lista de despedidos bajo acusaciones de filtrar datos privados o de índole delicada.
Rubén Méndez había despedido en 2016 a Gerardo Argañaraz; que ejercía como vocero municipal; acusado de ser quien filtraba información al periodista Raúl Costes. Las sospechas vinieron al respecto cuando salió a luz el monto de sueldos que recibía cada uno de los funcionarios municipales, además de un porcentaje en negro.
Argañaraz es de profesión periodista y conduce actualmente un programa de radio, tras su salida del Municipio. Había acompañado desde 2010 a Méndez.
Quien lo marcó como autor de las “filtraciones” en ese momento fue el corresponsal de un diario provincial; Oscar Gutiérrez, a su vez dueño de una radio; de quien hoy se comenta que recibe una “jugosa” pauta municipal para su medo.
El último despedido fue Pablo Moreno, el chofer privado del intendente. Moreno, de 25 años, era el encargado de conducir la camioneta Ford Ranger color rojo modelo 2012, adquirida bajo el mandato de Carlos Villalba.
Fue echado; fuerte discusión de por medio; en los últimos días, también acusado de ser pasante de información privada a medios y periodistas. Hoy subsiste como chofer de remís.
“Hay una lucha de poderes muy fuerte en el gabinete municipal”, destacó Raúl Costes.
La excepción de despedido y reincorporado es Sergio San Millán. En los inicios de la gestión del jefe comunal, se había señalado a éste como el autor de un faltante de 2 millones de pesos. No se estableció en ningún momento; oficialmente; si fue o no el responsable, pero tras su salida como Secretario de Gobierno, fue vuelto a poner en funciones pero como Jefe de Gabinete Municipal.