El periodista Raúl Costes cubría un hecho policial ocurrido en inmediaciones a la Terminal de Ómnibus, producto del cual un hombre de nacionalidad boliviana resultó herido. Fue trasladado urgente al Hospital Público de Salvador Mazza y por su condición, posteriormente, se derivó a Tartagal. Fue en ese intermedio que el periodista tomó imágenes de lo ocurrido y fue agredido por personal de seguridad del nosocomio en frontera.
Ayer martes por la tarde, un hombre de nacionalidad boliviana fue asaltado y herido con arma de fuego por personas que salieron del asentamiento ubicado a pocos metros de la Terminal de Ómnibus, en momentos en que cruzaba por el lugar acompañado por su pareja. La mujer se comunicó con el Servicio de Emergencia 911 y la víctima fue trasladada al Hospital Público de la localidad, distante a pocas cuadras. Mientras el hombre recibía las atenciones en el Hospital, su pareja se dirigía a radicar denuncia por lo sucedido.
La condición de la víctima (no se pudo establecer la cantidad de impactos que recibió) determinaron que se derivara al Hospital “Juan Domingo Perón” de Tartagal. Toda la situación fue registrada por el periodista Raúl Costes. “A menos que sea un paciente o lleve a un familiar al hospital, no ingreso a la guardia (…) siempre me quedé en el exterior”, comenzó explicando. De las primeras imágenes que captó, en una de ellas se observa cómo el periodista es agredido.
“Yo estaba enviando un mensaje (…) pero el guardia de seguridad entendió que estaba filmando y se acercó a decirme que me vaya (…) lo filmé entonces porque se puso agresivo, a pesar que primero le dije que estaba enviando mensaje y no filmado (…) me tira el celular y el resultado es que se astilla un poco la pantalla”, relató. Como un detalle, Costes había salido apenas fue avisado de lo que había sucedido y no portaba identificación alguna como medio de comunicación y periodista.
Cabe recordar que todo ciudadano, más allá de la prensa, tiene el derecho legal para filmar procedimientos policiales; ya sea que involucre a Ejército, Gendarmería, Policía (Federal o Provincial), guardias de seguridad; por el carácter de funcionarios públicos que ostentan (la excepción son los guardias de seguridad, generalmente pertenecientes al ámbito privado). Este derecho figura en la Constitución Provincial (artículos 14, 32, 42, 43, 68 y 83). En la actualidad, ajeno a la Constitución y dada la potencial viralización en las redes sociales, se pide “tapar” (blurear) la cara de aquellos que no son agentes de seguridad.