En lo que lleva transcurrido 2021, se han detectado alrededor de 200 a 220 fiestas clandestinas en el departamento San Martín; 50 por ciento de ellas en Tartagal; según los datos de la Unidad Regional N°4. A fin de desalentar el desarrollo de las mismas, este fin de semana, en Embarcación, se secuestraron bebidas alcohólicas, equipos de luces y sonidos como así también gran cantidad de motos. Todos los elementos quedaron bajo la fiscalía de turno.
La edad promedio de los asistentes a las clandestinas oscila entre los 16 y 17 años; mientras que la concurrencia no baja de los 50, con una cifra promedio de asistentes que se extiende entre 100 a 150 personas. El último fin de semana se intervino en 7 fiestas clandestinas, tres de ellas en Tartagal, resultando en actas de infracción a los propietarios organizadores y asistentes. “La cantidad comenzó a aumentar después de Carnaval”, dijo hoy el agente Rafael Díaz; del área de Prensa de la Unidad Regional.
Como parte de las nuevas medidas que comenzaron a aplicar desde lo judicial y policial, además de la incautación de las bebidas alcohólicas se procedió al secuestro de equipos de luces y sonido; a lo que se sumó también el secuestro de los medios de movilidad (vehículos) de los concurrentes, en su mayoría motos, en una fiesta en Embarcación; donde se contaron 300 personas. Las órdenes parten desde las fiscalías de turno; tanto de 1° Nominación como de Garantías. “Los infractores deben concurrir a la oficina fiscal donde se les informará la multa o sanción que se aplicará por infringir las medidas sanitarias”.
Aparte de estos últimos hechos, desde las distintas comunas del departamento se venía planteando que no bastaba solamente con multas o actas de infracción a quienes incluso lucran con las clandestinas, dado que dichas medidas no resultaban en disminución. “Los casos (de coronavirus) han aumentado por las numerosas fiestas clandestinas y las reuniones sociales que se llevan a cabo (…) para el ciudadano puede parecer absurdo pero la realidad se ve en los números“, remarcó, “pero en estas no usan el barbijo y comparten bebidas sin ningún tipo de recaudo”.
De allí que se inició también con actuaciones sobre los reincidentes, en materia judicial. “La mayoría de las fiestas que se detectaron en el departamento son en fincas (…) además suceden en el mismo lugar, según se observa de los informes de cada fin de semana, que luego son elevados a la fiscalía (…) los vehículos que se secuestraron en Embarcación quedaron a resguardo de la Comisaría N°43 hasta tanto el fiscal disponga nuevas directivas“, continuó el agente.
En caso que el evento sea con pago de entrada, se suma un elemento más para la causa. Distinto es en el caso de eventos que son autorizados por el COE (Municipal), en cuyo caso forma parte del protocolo la inspección por parte de policía y personal de la Dirección de Control y Fiscalización en cuanto al cumplimiento del número autorizado de concurrentes, normas sanitarias y uso de los espacios. Si se detectan anomalías, se labra el acta de infracción, tocando también un informe policial que posteriormente se eleva a fiscalía. “Acompañamos al personal de Fiscalización porque sucedieron hechos de violencia al ser sorprendidos en irregularidades”, cerró.