Rogelio Nerón, primer intendente surgido de los pueblos originarios, reconoció que no fue fácil unir a las comunidades y llegar a la jefatura municipal de Victoria, pese a ser mayoría. Si bien se reunió con Moisés Balderrama, desconoce el estado financiero en que recibió la Municipalidad pero adelantó que espera informe de Auditoría.
Nerón se hizo cargo del municipio de Santa Victoria ayer martes a las 20 horas, con el acto llevado a cabo en la comuna y que puso fin a prácticamente 20 años de gobierno de Moisés Balderrama. Junto con Urundel, es el segundo jefe comunal que representa a los pueblos originarios.
El nuevo intendente reconoció que; a pesar de que las comunidades son mayoría en el chaco salteño; no habían logrado colocar a uno de los suyos como intendente debido a profundas divisiones. “Logré una estrategia de cómo encarar el trabajo (…) tenemos muchas necesidades y tengo muchas ilusión de hacer“, remarcó, tanto para originarios como criollos.
De profesión empleado administrativo (chofer de ambulancia), Nerón llegó a las elecciones provinciales con la lista 72 del CET (Cultura, Educación y Trabajo); del gremio de Camioneros; y acompañando al Frente de Todos de Sergio Leavy.
“Lo triste”, dijo Nerón, “es que no sabemos la situación de la municipalidad”; ya que carecieron de una etapa de transición, más allá de haber mantenido reuniones con el ex intendente Balderrama.
Hasta ayer martes, nadie de provincia ni nación se había comunicado todavía con el nuevo mandatario municipal, aunque señaló que todavía se encontraba formando su gabinete y como primera medida, la provisión de agua era el tema que encabezaba.
“Luché bastante, me preparé bastante para llegar”, manifestó ya en el cierre.