A raíz del ataque de mujeres de la etnia wichi a la directora de la Escuela Rosario Vera Peñaloza, en Alto La Sierra, a quien denunciaron por discriminación para favorecer la designación de un originario; la población criolla emitió un pedido al Ministerio de Educación de Salta y al gobierno provincial para intervenir ante la creciente violencia de parte de los indígenas hacia los criollos.
La directora designada para el establecimiento escolar intentó apaciguar la protesta que encabezaban las madres wichis, bajo órdenes de los hombres que esperaban en cercanías al lugar. La acusaban de ser una discriminadora y a pesar de la escolta policial conque llegó la docente, las indígenas la tomaron del cabello y la tiraron al suelo, mientras algunos presentes grababan la situación.
La población criolla de Alto La Sierra, como Santa Victoria en su momento, denunció públicamente que desde el fallo del caso Lackha Honat emitido por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, la violencia de las comunidades indias hacia los blancos fue escalando hasta el punto de incendiar viviendas que señalaban sin más evidencia como propiedad de usurpadores o vendedores de estupefacientes. Los comerciantes de la localidad llamaron a las autoridades a intervenir de manera inmediata ante “la situación de violencia que se está viviendo”.
Los indígenas ya habían peticionado al Ministerio de Educación de Salta participar en la designación de docentes para el chaco salteño, lo cual fue negado ante los numerosos casos de bilingües designados que no cumplían con las jornadas de trabajo y; más recientemente; la polémica en torno a un auxiliar docente de etnia wichi denunciado por abuso y que continúa trabajando, favorecido por su condición aborigen.