El Teniente de Navío Meteorólogo, Facundo Santos López, es oriudo de Tartagal y cumplió 21 años de servicio en la Armada Argentina, desempeñando actualmente como subjefe de la Base Aeronaval Río Grande “Pioneros Aeronavales en el Polo Sur” desde el 2022. Hoy forma parte de la Campaña Antártica de Verano a bordo del rompehielos Irízar. Su experiencia fue recogida por los medios de las fuerzas armadas.
En el relato recogido por el magazine de las fuerzas se destaca como los primeros años de Santos López transcurrieron entre Tartagal y Salta Capital, ciudad donde reside actualmente su familia. Ingresó hace 21 años como miembro de la Armada Argentina, primero sirviendo como suboficial y más tarde integrando el Cuerpo Profesional Técnico como oficial de Marina, conservando su especialidad en meteorología. Hoy desempeña como subjefe de la Base Aeronaval Río Grande “Pioneros Aeronavales en el Polo Sur” desde 2022; como Jefe de la Central Meteorológica Río Grande, e integra la Campaña Antártica de Verano 2023/24 en el rompehielos ARA “Almirante Irízar” (RHAI), como Jefe de la Central Meteorológica; pero segunda vez que se destina a este buque.
Durante la navegación, la Central se nutre de información interna y externa para proyectar y pronosticar los cambios de las condiciones hidrometeorológicas (rápidos e imprevistos) en tiempo real, y también para la planificación de operaciones futuras. “La función principal de la Central es brindar apoyo meteorológico y glaciológico al Comando del rompehielos y al Comando Conjunto Antártico (COCOANTAR), asesorar rutas seguras hacia las bases antárticas y recomendar trayectorias a las embarcaciones menores y aéreas que trabajan allí”, contó, además que ya conocía el continente blanco.
Entre 2010 y 2011 estuvo abordo del ARA “Suboficial Castillo” en Patrulla Antártica Naval Combinada y también en la Campaña del Verano 2021/22 en el Irízar: “La diversidad climatológica nunca deja de sorprender y brindarnos nuevos aprendizajes”, por lo que es fundamental trabajar para estar un paso adelante de la situación meteorológica. El equipo se reúne diariamente en asesoramiento al Comando de la Unidad, estudiando la variabilidad y conveniencia sobre posibles derrotas (itinerarios) o lugares de operación donde las condiciones sean favorables, o menos adversas. El trabajo implica pronosticar a corto o mediano plazo y poner en relación indicadores que provienen de tres fuentes distintas: de las terminales automáticas “Young” y “Vaisala” del buque (aportan mediciones referentes a temperatura del aire y del agua, dirección e intensidad del viento real y relativo, presión atmosférica y humedad relativa).
La segunda fuente es la que llaman “abrigo meteorológico”, es la medición de temperatura de bulbo seco y húmedo, lo que indica la humedad relativa del aire; y, por último, la información del receptor de imágenes satelitales, que aporta los distintos tipos de nubosidad presentes en la zona; las que complementan con los distintos modelos numéricos de predicción, y con los elaborados por el Servicio Meteorológico de la Armada.
Por el tipo de escenarios donde se realizan las actividades antárticas (incluyen operaciones aéreas) también toman en cuenta parámetros como profundidad, corrientes y mareas; y dado los cambios en la condición del mar en la zona, que también varía, se clasifica por la presencia en tipo, origen, tamaño y velocidad de hielos y témpanos. La supervisión del estado glaciológico es analizada mediante imágenes ópticas y de radar de apertura sintética, usando plataformas satelitales. “Es un prestigio ser Subjefe de la Base de Río Grande porque fue mi primer destino como Cabo Segundo recién egresado; y a su vez, gratificante poder realizar hoy campañas antárticas a bordo del rompehielos”, señala en diálogo desde la Antártida. Su anhelo es continuar creciendo profesionalmente en distintos destinos navales: “Me encantaría poder cumplir funciones como Meteorólogo a bordo de la fragata ARA Libertad”.
Santos López tiene dos hermanos mayores en la Armada, ambos capitanes de corbeta y dos hijos; de 15 y 12 años. Por su parte, egresó primero de su promoción y su primer destino fue Río Grande. Como parte de su profesionalización, hizo el Curso de Ascenso de Suboficial a Oficial (Curso CASO) en el 2017 y estudia a distancia el segundo año de la Licenciatura en Logística que dicta el Instituto Universitario Aeronáutico de la Universidad de la Defensa Nacional.
Confiesa que a lo largo de su carrera siempre ha llevado el recuerdo de Tartagal en su corazón:“La tierra de mis seres queridos, un pueblo lleno de cultura y tradiciones”, refiere. “Esa añoranza hace que en cualquier destino de la Armada donde me encuentre cumpliendo funciones, me broten los recuerdos a flor de piel de aquellos domingos con la gran familia, compartiendo un almuerzo bajo la planta de mangos, en el patio de mis abuelos”, rememora.