Ministerio Público Fiscal.- El sábado por la tarde fueron hallados los cuerpos de un padre y su hija en el interior de un auto Ford Escort blanco, ambos con heridas de arma de fuego. El informe preliminar de autopsia reveló herida de arma de fuego sin orificio de salida. Se trabaja sobre la hipótesis principal de que el padre quitó la vida a la menor y luego se ultimó.
El sábado 15; pasadas las 16.30 horas; se reportó al Destacamento Policial de General Ballivián sobre el hallazgo de un automóvil; marca Ford Escort color blanco; estacionado a la vera de ruta nacional 34, a 5 km al norte de Ballivián (entre Coronel Cornejo y General Ballivián) con dos personas en su interior, aparentemente sin vida.
El fiscal penal de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas de Tartagal, Pablo Cabot, informó que en el marco de la investigación que se lleva adelante por el hallazgo de los cuerpos de padre e hija, se pudo confirmar mediante la autopsia realizada en el Servicio de Tanatología Forense del CIF Orán, que cada uno presentaban una herida de arma de fuego sin orificio de salida en la zona del cráneo.
De las primeras tareas investigativas desplegadas y de la entrevista mantenida con la madre de la niña de 8 años, se trabaja como hipótesis principal que Raúl Eduardo Pereyra (40) le disparó a su hija y luego se quitó la vida con la misma arma larga encontrada en el vehículo.
Cabot dispuso distintas medidas y pericias, entre ellas de balística, que permitirán esclarecer lo sucedido sobre ruta nacional 34 entre las localidades de Coronel Cornejo y General Ballivián.
Sobre la familia
Pereyra era de profesión jornalero y residía en General Mosconi. Se encontraba separado de su pareja; con quien tenía dos hijas. El fin de semana cobró su sueldo y se llevó a las dos menores como acostumbraba. La mayor de las niñas no aceptó acompañar a su padre y hermana en un segundo paseo y por eso salvó su vida.