En comunidad La Bendición, en Salvador Mazza, se denunció que el emplazamiento de las antenas para la conexión energética entre Bolivia y Argentina se ejecutó en espacios propiedad de dicha comunidad; y agregaron que la empresa a cargo de la obra no cumplió con los convenios establecidos. Misma situación se había registrado en Aguaray con propietarios de fincas. En consecuencia, los trabajos volvieron a detenerse.
Marcos Segundo, cacique y referente de La Bendición, acusó a la filial argentina de Ende (firma boliviana a cargo de la conexión) de no cumplir con los convenios acordados y de elevar las antenas en propiedad de la comunidad sin las autorizaciones correspondientes. El cacique agregó la empresa no ha contratado a ningún local como mano de obra; punto que figuraba en los convenios (sin especificar cuáles).
De acuerdo con la información oficial de Ende, en territorio argentino se contrataron a 50 personas para culminar con los 70 kilómetros de línea que finalizan en Tartagal; asi como se adjudicaran parte de los trabajos a empresas locales bajo supervisión del personal técnico boliviano. Tanto la empresa del vecino país como el gobierno salteño esperan concretar este 2022 la exportación de energía.
“Estas grandes empresas hacen usurpaciones de los pueblos originarios (…) es un terreno por donde también pasa el poliducto andino (propiedad de Refinor para el transporte de gas)”, decía el referente Segundo. En videos difundidos a través de las redes sociales, denuncia que la empresa ocupó entre 120 a 150 metros cuadrados de terreno y diariamente ingresaba el personal a cargo de levantar las antenas y colocar el cableado.